La organización del Mundial de Qatar brindó una ceremonia de inauguración con un recuerdo a la historia de este torneo, y que también sirvió de escaparate para dar a conocer la vida y la cultura en esta región del Golfo. Estrellas como Morgan Freeman y Jung Kook, integrante de BTS, brillaron en el evento.
Aproximadamente una hora y cuarto antes del pitido inicial de Qatar-Ecuador, el duelo con el que arrancó la primera Copa del Mundo en un país árabe, se celebró la ceremonia de apertura que duró 30 minutos en el espectacular estadio Al Bayt de Al Khor, el más alejado de Doha, a algo más de una hora de trayecto del centro de la capital catarí.
Sobre un fondo negro, la ceremonia comenzó con un guiño al estilo de vida tradicional en el desierto, con unos camellos sobre unos bancos de arena que dibujaban el mapa del mundo.
Con la narración del actor estadounidense Morgan Freeman , presente en el estadio, el acto pasó a ser un homenaje al hincha, con cánticos de todas las aficiones y unas camisetas gigantes representando los equipos presentes en este Mundial, además de las banderas de los países participantes.
Con una gran mancha amarilla en uno de los fondos en unas gradas mayoritariamente blancas y negras, los colores de la vestimenta tradicional de los cataríes, el 'dishdasha' para ellos y el 'abaya' para ellas, sin que hubiese zonas reservadas por sexos, la ceremonia continuó con un homenaje a los mundiales anteriores, con las mascotas de cada una de las ediciones pasadas.
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Después apareció en escena Jung Kook, uno de los siete miembros del conocido grupo surcoreano BTS , que interpretó 'Dreamers', uno de los himnos oficiales de este primer Mundial en un país árabe, junto al cantante catarí Fahad Al-Kubaisi.
"Podemos vivir juntos"
El acto estuvo presidido por el máximo dirigente de la FIFA Gianni Infantino y por el jeque Tamim ben Hamad Al-Thani, que pronunció un breve discurso en el que, de manera velada, se refirió a las críticas de Occidente por la falta de respeto de los Derechos Humanos en este país.
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"Personas de razas, de nacionalidades, de creencias y de orientaciones diferentes se reunirán aquí en Qatar y alrededor de las pantallas en todos los continentes. Qué bonito es que la gente deje apartado lo que les separa para preservar su diversidad y lo que les une al mismo tiempo", dijo el emir.
"Estamos aquí reunidos como una gran tribu. Con tolerancia, respeto, podemos vivir juntos", añadió.