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Una prueba de COVID negativa, PCR o de antígenos, no mayor a 24 horas, ese es el nuevo requisito que deberá presentar cualquier viajero del mundo que quiera ingresar a Estados Unidos, a partir de la próxima semana.
Se trata de una medida que hace parte del plan de 9 puntos con el que la Casa Blanca quiere atajar el COVID de cara al invierno que se avecina y también de la expansión de la variante ómicron.
“Lo mejor que se puede hacer es vacunarse completamente y después obtener la dosis de refuerzo cuando sea elegible”, indicó el presidente Joe Biden.
Vacunar a los niños, el uso del tapabocas obligatorio en aviones y el transporte público son medidas que también hacen parte del plan de acción para blindarse contra el virus en Estados Unidos.
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Mientras tanto, en Europa también se anuncian medidas contundentes.
Desde Alemania, Angela Merkel dejó claro quienes seguirán disfrutando de la nueva normalidad: “únicamente las personas vacunadas y curadas”.
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Un confinamiento de facto para los no inmunizados que llega al tiempo en el que se anunció la vacunación obligatoria en ese país, una decisión que hace eco del planteamiento que hizo el miércoles la presidenta de la Comisión Europea.
“¿Cómo podemos alentar y potencialmente pensar en la vacunación obligatoria dentro de la Unión Europea? Esto necesita un enfoque común", Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
De otro lado, en Roma, la capital italiana, el uso del tapabocas será obligatorio al aire libre a partir del sábado.
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