La policía detuvo a 580 personas durante la jornada de movilizaciones en Chile convocadas el domingo para conmemorar el primer año del inicio de las protestas sociales, que incluyó una multitudinaria manifestación que se desarrolló mayoritariamente de forma pacífica.
El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, dijo que había "una distinción muy clara sobre cómo evolucionó el día", que tuvo por una parte una manifestación pacífica y por los otros graves hechos de violencia.
De acuerdo al gobierno, durante la tarde en la Plaza Italia de Santiago, rebautizada por los protestantes como Plaza de la Dignidad, epicentro de las manifestaciones sociales que estallaron hace un año, se llegaron a reunir 30.000 personas, la manifestación más masiva de este año.
Pero al avanzar la tarde, barras bravas comenzaron los hechos de violencia en los alrededores de la plaza, a unos 350 metros de la manifestación principal, donde encapuchados atacaron dos iglesias, que quedaron destruidas por el fuego.
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Las imágenes en llamas de ambos templos recordaron los incidentes que se produjeron un año antes, el 18 de octubre de 2019, cuando tras un llamado a manifestarse por parte de estudiantes una decena de estaciones del metro resultaron incendiadas, al igual que varios edificios. También hubo ataques a comercios y saqueos.
"En esos hechos no hay manifestación alguna; no hay demanda alguna que sea aceptable", dijo este lunes Galli.
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Durante la jornada también hubo incidentes en otros barrios de Santiago y en otras ciudades del país, los que se saldaron con un total de 580 detenidos, 287 de ellos en la región Metropolitana.
Durante la noche hubo saqueos e intentos de saqueos; barricadas y ataques a cuarteles policiales, con un total de 107 incidentes graves a nivel nacional, de acuerdo a Galli.
La manifestación tuvo lugar una semana antes del histórico plebiscito que consultará a los chilenos si cambian o no la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
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