La historia de Adam Compton, un profesor de la Escuela Secundaria MacArthur, en San Antonio, Estados Unidos, podría haber sido muy diferente de no haber estado al lado de sus alumnos cuando sufrió un paro cardíaco . El docente, quien está recuperándose, no ha guardado sus palabras de agradecimiento por quienes salvaron su vida.
De acuerdo con el informativo KSAT 12, el 7 de noviembre de 2024, el profesor Compton y su club de patinaje se ubicaron a las afueras de la escuela para hacer sus actividades extraclase regulares.
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En medio de las actividades, Adam perdió el conocimiento, pero sus estudiantes no perdieron tiempo y corrieron a auxiliarlo. Aidan Anthony-Gonzalez, uno de los jóvenes presentes, contó a la televisora local que le pedía al docente, el cual considera uno de sus mejores amigos, que se mantuviera con él.
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“Le decía una y otra vez: 'Concéntrese en mi voz, señor Compton. Mantenga los ojos abiertos. Vamos, respire'”, relató el estudiante.
Mientras este le hablaba, sus compañeros fueron en búsqueda de otros entrenadores e intentaron ponerse en contacto con el servicio de emergencia local. Amanda Boyd, entrenadora atlética de la escuela, llegó a la escena y vio la retadora situación a la que se enfrentaban. “Definitivamente no tenía vida y, por eso, es difícil procesarlo en este momento”, aseveró.
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Steven Amaro, un joven de último año que semanas antes se había certificado en reanimación cardiopulmonar (RCP) y uso de desfibriladores externos automáticos (DEA), preparó el equipo. Justo cuando iba a intervenir, llegó el equipo de paramédicos y dejó todo en sus manos.
Admitió que, realmente, nunca pensó que usaría estos conocimiento para atender una persona.
¿Cómo está el profesor?
El profesor tuvo que ser internado en UCI, pero hoy se siente agradecido de que su recuperación esté viento en popa. Comentó que, el Día de Acción de Gracias, miró a su esposa y a sus hijos y pensó en lo afortunado que era, porque existió la posibilidad de que no pudiera haberlo tenido.
Aunque ya regresó a las aulas de clase, espera que el próximo semestre pueda volver disfrutar con sus estudiantes de las patinetas.
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"Incluso después de graduarnos y distanciarnos, nada podrá separarnos de lo que hicimos ese día... Podemos ser amigos para toda la vida y luego podemos ser amigos que salvaron una vida”, señaló Amaro.
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