El papa Francisco, aquejado por dolores en la rodilla derecha, hizo grandes esfuerzos para poder caminar durante la audiencia general de este 18 de mayo.
Después de saludar a la multitud desde el papamóvil, el pontífice se bajó y caminó lentamente. Sosteniendo el brazo de dos personas, el papa Francisco se desplazó cojeando hasta llegar a su asiento.
Al final de la audiencia, al papa se le dificultó levantarse de la silla y, de nuevo, dos personas lo asistieron para que pudiera caminar.
Cabe recordar que hace varios días el pontífice de 85 años comentó que sus especialistas le recomendaron evitar permanecer mucho tiempo de pie, así como caminar, esto debido a los fuertes dolores de rodilla que lo aquejan.
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El pasado 3 de mayo, en una entrevista publicada en el diario "Corriere della Sera",explicó que se tiene que someter a infiltraciones para superar el dolor de rodilla que le está impidiendo caminar y realizar algunas de sus actividades.