Un caso de intolerancia se presentó en la ciudad de Sheffield, en Inglaterra, donde un hombre atacó a su vecino hasta acabar con su vida, luego de que, supuestamente, le dijera “tonto”. El agresor, identificado como Andrew Hague, se valió de una caja llena de cartas de Pokémon para atacar a Simon Wilkinson.
De acuerdo con las autoridades, Andrew Hague, de 31 años, tenía problemas de salud mental con los cuales estaba luchando hace un tiempo, pero rechazó el intento de su familia por ayudarlo, así que prefirió tratarse a sí mismo con alcohol y cannabis, agravando todo.
Adicionalmente, se conoció que el agresor tenía antecedentes judiciales, con siete condenas por comportamiento violento que incluían atacar a un trabajador de servicios de emergencia, conducta amenazante y acoso.
Según algunos vecinos del sector que fueron testigos del violento hecho, Andrew Hague salió de su departamento gritando: “Me llamaste, maldita sea. Ven aquí y pelea como un hombre”. Luego se dirigió a su vecino, identificado como Simon Wilkinson, de 50 años, y lo atacó con una caja de metal llena de cartas de Pokémon, lo golpeó y lo pisoteó en el suelo, y finalmente le pegó con un trozo de madera.
Después de esto, de acuerdo con la investigación, Hague regresó a su casa y luego volvió a la escena para terminar con la vida de Wilkinson, quien se encontraba inconsciente. El acto con el arma improvisada fue calificado como “feroz y brutal” por un juez del tribunal de la Corona de Sheffield.
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El acusado se declaró culpable por el asesinato de su vecino y de le ordenó cumplir con una condena de mínimo 17 años de prisión, en su sentencia realizada el martes 9 de mayo de 2023. El inspector detective John Fitzgibbons, de la policía de South Yorkshire, lamentó la situación y envió condolencias a la familia de la víctima.
“Ninguna sentencia dictada puede aliviar la pena y el dolor que la familia y los amigos del señor Wilkinson han enfrentado diariamente desde que fue asesinado, pero espero que con la conclusión de nuestra investigación y procedimientos legales sientan que ahora tienen algo de justicia para su ser querido. Hague admitió el asesinato y aceptó la responsabilidad por sus acciones brutales y sin sentido, que han devastado a quienes conocieron y amaron al señor Wilkinson”.
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Por su parte, familiares de la víctima describieron a Simon Wilkinson como una persona que era amada por “su sentido del humor, la risa, la amabilidad y la amistad” y aseguraron que “la maldad pura” acabó con su vida, dejando a una joven de 18 años sin su padre.
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