La insólita historia de un hombre engañado por su esposa, que fingió estar embarazada de gemelos y luego dijo que murieron en el parto, ocurrió en Rusia.
Daud Daudov, según informaron Telegram 112 y Lenta News, nunca sospechó de la mentira.
De acuerdo con él, su esposa Laura tenía una supuesta barriguita y hablaba con los bebés no nacidos.
La mujer rentó un apartamento cerca del hospital donde supuestamente nacieron los gemelos y sin levantar sospechas dijo que los niños habían muerto después del parto por una hemorragia cerebral.
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El día del sepelio, el esposo engañado quiso ver a sus hijos y al desenvolver la sábana blanca con la que estaban envueltos descubrió que se trataba de muñecas.
En un principio pensó que en el hospital habían estafado a su compañera y que los bebés estaban vivos y fueron puestos en adopción.
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Luego se comprobó que la mujer nunca estuvo en el centro médico y después de un examen se corroboró que tampoco había dado a luz.
La falsa madre terminó confesando que había fingido el embarazo, nacimiento y muerte de los supuestos recién nacidos porque su pareja quería ser padre.
“Vi lo feliz que estaba mi esposo cuando le dije que estaba embarazada. No quería molestarlo y por eso decidí mentirle a él y a nuestros familiares fingiendo el embarazo. No podía dejar de mentir. Engañé a todos mis parientes y a mi esposo. Lo siento terriblemente”, agregó.
Sin embargo, para las autoridades rusas sigue siendo insólito cómo Laura pudo sostener el engaño tantos meses sin que alguno de sus allegados se diera cuenta.
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