Una reciente decisión del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos (NWS, por sus siglas en inglés) ha encendido las alarmas entre expertos y organizaciones civiles, pues desde hace algunas semanas, esta institución dejó de emitir alertas del clima en idiomas distintos al inglés, lo que podría poner en riesgo a millones de personas que no dominan ese idioma.
El motivo detrás de esta medida es la finalización del contrato con Lilt, la empresa encargada de realizar las traducciones automáticas mediante inteligencia artificial. Según informes, esta compañía brindaba desde finales de 2023 reportes meteorológicos en español, chino, samoano vietnamita y francés . Sin embargo, al expirar el convenio, el servicio quedó suspendido sin una alternativa inmediata.
“Creemos que el idioma nunca debería ser un obstáculo para la supervivencia. Estamos sumamente orgullosos y en sintonía con el Servicio Meteorológico Nacional para garantizar que todas las personas tengan acceso a alertas y pronósticos meteorológicos que salvan vidas”, expresó Lilt en un comunicado del 2023.
Según informó la agencia AP, Michael Musher, vocero del NWS, fue quien confirmó la suspensión del servicio, aunque evitó entrar en detalles adicionales. La situación ocurre en un contexto de recortes presupuestarios impulsados por la administración del presidente Donald Trump, que a su vez, también han afectado a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), de la cual depende el NWS, y que ha enfrentado vacantes y reducciones de personal en sus oficinas a nivel nacional.
¿Qué consecuencias trae la suspensión de las traducciones?
El impacto de esta interrupción en el servicio ha sido un motivo de preocupación para la comunidad, ya que de acuerdo con cifras oficiales del censo del 2019, casi 68 millones de personas en Estados Unidos hablan un idioma diferente al inglés en sus hogares, se hablan más de 350 lenguas y las más comunes son: el español, el chino, el tagalo, el vietnamita y el árabe. Dentro de este grupo, 42 millones son hispanohablantes, muchos de los cuales viven en zonas vulnerables a huracanes, tornados o inundaciones.
Expertos advierten que el acceso a información oportuna y comprensible puede ser una herramienta vital durante emergencias. Joseph Trujillo-Falcón, investigador de la Universidad de Illinois y quien ha trabajado en investigaciones con la NOAA, ha estudiado cómo las traducciones meteorológicas han salvado vidas en el pasado. Recordó el caso de una familia hispana en Kentucky en el año 2021, durante una temporada de tornados que, tras ignorar una alerta en inglés, decidió refugiarse al recibir una versión en español. "Eso les salvó la vida", aseguró.
Antes de que Lilt comenzara a ofrecer traducciones automáticas, los meteorólogos bilingües se encargaban de traducir los mensajes de forma manual. Sin embargo, la carga laboral lo hacía insostenible, pues según informes del 2023 este organismo reducía el tiempo de traducción de más de 1 hora a 10 minutos, por lo que la inteligencia artificial permitió cubrir más idiomas y zonas, permitiendo más alcance en el servicio.
Pero el alcance de las alertas no solo es importante en casos de urgencia. Según el investigador Andrew Kruczkiewicz, de la Escuela de Clima de la Universidad de Columbia, las advertencias diarias son puntos necesarios para sectores como el transporte, el turismo, la agricultura y la energía, ya que también influyen en decisiones cotidianas que afectan la seguridad de familias y negocios.
Adicionalmente, para la antropóloga Norma Mendoza-Denton, de la Universidad de California en Los Ángeles, el acceso a la información climática en varios idiomas es una cuestión de justicia y equidad. Explica que muchas personas manejan un inglés básico para actividades diarias, pero eso no significa que puedan comprender términos técnicos relacionados con el clima.
“No tener acceso a esa información en su idioma puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, explicó Mendoza-Denton.
El NWS no ha anunciado cuándo se reactivarán las traducciones ni si buscarán una nueva empresa para continuar el servicio. Por ahora, la NOAA simplemente se limitó a indicar en su sitio web que el contrato con Lilt ha terminado. La compañía, por su parte, no ha emitido comentarios públicos al respecto.
La preocupación entre organizaciones comunitarias crece, especialmente en regiones como Texas, Florida o California, donde millones de personas de origen latino viven expuestas a fenómenos meteorológicos severos. Para muchos, la suspensión del servicio representa un retroceso en accesibilidad e inclusión. Para muchos expertos, garantizar el acceso a alertas tan importantes no es un lujo, sino una obligación básica en un país diverso como Estados Unidos.