Un tribunal revolucionario de Irán
condenó este martes a la cineasta Mozhgan Ilanlu a casi diez años de cárcel y 74 latigazos después de que fuese detenida tras publicar fotos sin el obligatorio velo islámico.
Ilanlu fue condenada a seis años de prisión por colusión contra la seguridad del país; a 15 meses por propaganda contra la República Islámica; a 15 meses por desorden público y a otros 15 meses por alentar a actos ilegales, informó el diario reformista Shargh.
También ha sido condenada a 74 latigazos, al pago de una multa de 80 millones de riales (200 euros) y se le prohíbe la salida del país, formar parte de organizaciones sociales o participar en actividades mediáticas y propagandísticas durante dos años.
La cineasta y activista por los derechos de las mujeres fue detenida a mediados de octubre tras la publicación en redes sociales de fotos en los que aparecía en las calles de Teherán sin el obligatorio velo y en los que invitaba a otros iraníes a salir a las calles.
Esos mensajes se interpretaron como un apoyo a las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini
bajo custodia policial tras ser detenida por la Policía de la moral en Irán por no llevar bien puesto el velo islámico.
Tras su arresto pasó 40 días en una celda de aislamiento en la prisión de Evin, donde además sufrió un accidente y se rompió una pierna.
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Ilanlu es la última persona en ser condenada por su apoyo o participación en las protestas protagonizadas por jóvenes y mujeres que piden más libertades y el fin de la República Islámica.
Al menos 2.000 personas han sido acusadas por la Justicia de Irán de diversos delitos por su participación en las movilizaciones, 17 han sido condenadas a muerte, cuatro han sido ejecutadas y cientos han sido sentenciadas a penas de prisión.
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El Gobierno de Irán ha reprimido fuertemente las movilizaciones, protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres que piden más libertades al grito de "mujer, vida, libertad”.
Casi 500 personas han muerto en las protestas y cerca de 20.000 han sido detenidas, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Las protestas han perdido fuerza de forma notable tras las ejecuciones de los cuatro manifestantes y en las últimas semanas apenas hay movilizaciones en las calles del país persa.