Durante el primer fin de semana de junio de 2022 se reportaron 11 tiroteos en Estados Unidos, lo cuales dejaron un saldo de 15 muertos y 61 heridos. Uno de ellos ocurrió en el centro de Filadelfia, en un área de bares y restaurantes. Los testigos aseguran que varios sospechosos dispararon contra la multitud. Agentes policiales los enfrentaron. Solo en ese hecho fallecieron 3 personas y 12 sufrieron heridas.
Danielle M. Outlaw, vocera de la Policía, dijo que, al parecer, una de las víctimas “era un hombre involucrado en un altercado físico con otro sujeto. Ese fue potencialmente el origen del tiroteo. Estos individuos habrían iniciado disparándose entre ellos”.
En el estado de Tennessee, otras 3 personas perdieron la vida en un tiroteo
cerca de un club nocturno, que también dejó 14 heridos de bala y 3 al ser arrollados por vehículos cuando trataban de huir del área.
En medio de la violencia armada, decenas protestan para exigir un mayor control de armas y que los legisladores actúen.
Una de ellas es Karla Hernández, representante de maestros de escuelas en Miami-Dade, que sugiere que si una persona “tiene alguna condición emocional, mental, no tenga acceso a estas armas".
"Queremos que estas armas de asalto que son automáticas, que son para la guerra, no existan en las calles, son cosas de sentido común, no estamos tratando de quitar la segunda enmienda”, afirmó.
Sobre la mesa hay medidas como verificaciones de antecedentes ampliadas, aumentar la edad para compra de armas largas, financiamiento para la salud mental y mayor seguridad escolar.
Pero la reticencia de los republicanos a limitar el acceso a las armas pone en jaque la posibilidad de prohibir los rifles de asalto, como lo pide el presidente Joe Biden.
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