La vida de Alex Shorey, un estudiante australiano de 24 años que se encontraba de intercambio en Taiwán, cambió radicalmente después de que, por consumir una comida callejera, terminara en una unidad de cuidados intensivos. Se cree que los alimentos estaban contaminados con veneno para ratas.
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Según el Daily Mail, el joven fue ingresado al Hospital de la Universidad Médica de Taipei el 18 de abril. El parte médico determinó que el australiano, que se encontraba cursando un programa de intercambio en la Universidad de Tamkang, se envenenó con superwarfarina.
Los especialistas en medicina explican que las superwarfarinas fueron elaboradas en los años 70 como una estrategia para combatir a los roedores, quienes para ese momento ya habían desarrollado resistencias frente a los activos presentes en los raticidas de la época.
Expertos en toxicología aseguran que este tipo de anticoagulantes son extremadamente potentes y pueden producir efectos prolongados en el organismo.
La travesía médica comenzó cuando Alex se levantó una mañana cubierto de sangre.
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Elizabeth Shorey-Kitson, tía del joven, declaró que los síntomas continuaron por varios días, hasta que los médicos debieron ingresarlo a una unidad de cuidados intensivos.
La superwarfarinas suelen absorberse por vía oral, aunque también pueden hacerlo a través de la piel y la vía inhalatoria. Después de uno a tres días, el paciente intoxicado puede presentar hemorragias nasales y en encías, hematomas, sangre en la orina, y riesgo latente de sangrados intracraneales o peritoanales.
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Debido a la barrera del idioma y la falta de tratamiento eficaz, los órganos del estudiante han presentado grandes daños, y los rezagos en su cuerpo se han mostrado mediante insuficiencias respiratorias, dificultad para mantenerse consciente y anemia.
“El hospital ha brindado atención crítica las 24 horas para Alex hasta la fecha y le salvó la vida. Como la condición de Alex ahora requerirá una rehabilitación a largo plazo, necesita regresar a su hogar en Australia para estar cerca de su familia”, explicó Shorey-Kitson.
Para ello, su familia hizo una recolecta de dinero para poder trasladar a Alex, a quien antes del accidente solo le quedaban unas semanas en el país. La historia conmovió a miles de personas, quien en menos de una semana lograron recoger más de $200.000 dólares para ayudar a la familia a movilizar al estudiante.
Aunque en las últimas semanas intentaron llevar al joven en tres vuelos, estos tuvieron que ser cancelados debido a que su complicada condición se deterioraba aún más antes de partir, por lo cual la opción más segura sería trasladarlo en un avión médico.
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“Afortunadamente, Alex ya no está en la UCI, pero todavía está gravemente enfermo y aún requiere oxígeno y medicamentos intravenosos. Volará de regreso a Australia con el apoyo de un equipo de profesionales médicos en un chárter médico especializado”, expresó agradecida la familia, quien aseguró que las donaciones ayudaron a poder adquirir el servicio que necesita el joven.