El jugoso acuerdo financiero al que llegó el príncipe Andrés para eludir un juicio por abuso sexual en Estados Unidos tiene indignado a más de uno en el Reino Unido.
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"Creo que es un claro indicio de la forma en la que el príncipe Andrés o la gente con vida pública parecen salirse con la suya”, dice Stephen Albot, residente de Londres.
“Estoy enojada por este último ejemplo de un hombre rico y poderoso que puede ejercer su poder y su riqueza para eludir su responsabilidad por algunas acusaciones muy graves”, indicó Mandu Reid, líder del partido Equidad para las Mujeres.
Poco más de 16 millones de dólares es la suma que, según la prensa británica, pagaría el tercer hijo de la reina Isabel a Virginia Giuffre, la mujer que lo acusó de agredirla sexualmente en 2001, cuando ella tenía 17 años.
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La posible venta de un lujoso chalet suizo del príncipe Andrés es una de las maniobras con las que se podría cubrir el monto. Pero, según The Daily Telegraph, aún así las matemáticas no darían y la reina tendría incluso que aportar de su propio bolsillo. Los ingleses se preguntan si también tendrán que pagar.
"La gente tiene derecho a conocer si los contribuyentes pagarán por un caso de delito sexual en Estados Unidos, nada más ni nada menos", dice Cam Davies, residente de Londres.
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La millonaria cifra sería destinada a la organización benéfica de Giuffre, una de las víctimas del extinto multimillonario Jeffrey Epstein, declarado culpable en un sonado caso de pederastia.
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Los vínculos cercanos del príncipe con Epstein le costaron no solo el retiro de la vida pública, también el despojo de sus títulos.
Pero los dolores de cabeza para la familia real parecen lejos de acabar: la Policía abrió una investigación sobre la fundación del príncipe Carlos. Se sospecha de que su antiguo ayudante gestionó onerosas donaciones a cambio de títulos honoríficos, entre ellos, la ciudadanía británica a un empresario saudita.