El padre Carlos Novoa, que también es doctor en Ética y Teología, precisó algunas de las inquietudes luego del pronunciamiento del Vaticano sobre la bendición a parejas de la comunidad LGBTI.
El sacerdote recalcó que se trata de una “bendición”, pero que esto no equivale al sacramento del matrimonio. “Una bendición es una acción de Dios para comunicarnos vida, confianza, entusiasmo y el valor de vivir diariamente y discernir entre el bien y el mal”, indicó.
Sobre el matrimonio precisó que “es una institución de la Iglesia católica, uno de los siete signos sacramentales. Este sacramento ya es la formalización de unos compromisos muy precisos”.
Citando al papa Francisco, el padre Novoa también enfatizó en que “a una pareja del mismo sexo que vive sinceramente a Dios, que vive en el amor, yo no la puedo condenar, rechazar. Termina diciendo el papa ‘¿quién soy yo para juzgar a los gays?’”.
“El papa Francisco ha acogido a los homosexuales, los apoya y rechaza todo signo de discriminación y esta determinación lo que cambia es que se fortalece esa cercanía entre la población LGBTI y la comunidad católica. La población LGBTI católica es integrante pleno de la Iglesia y el papa ha dicho que tanto ellos como las parejas divorciadas vueltas a casar no están excomulgadas, forman parte de la Iglesia”, señaló.
Publicidad
Para referirse a las “parejas irregulares”, que también contempla a los casados por la Iglesia y divorciados, indicó que si bien están llamados a crecer, “es humana, entonces puede fracasar y los obispos no podemos discriminar, rechazar o estigmatizar a las personas que han fracasado en su matrimonio”.