En Francia, un piloto fue hallado culpable de homicidio involuntario, el del paracaidista Nicholas Galy, quien murió decapitado por el ala de un avión. La tragedia ocurrió a pocos minutos de que el experimentado deportista saltara para surcar los cielos.
El trágico final de Galy se remonta a julio de 2018. Ese día el piloto Alain C. conducía el monomotor que llevaría a Nicolas y otros aficionados a la adrenalina. Todo indica que no hubo comunicación correcta en el aire y esto produjo el fatal accidente en el aire.
En medio del procesos, ante los tribunales el piloto manifestó que no se consideraba culpable y argumentó que él seguía conscientemente la trayectoria. También destacó que interactuar con paracaidistas que usan traje de alas, como el que usó Nicolas Galy ese día de julio, puede acarrear mayores riesgos debido a que trazan una trayectoria más recta.
“Esta ha sido la tragedia de mi vida, pero no tengo la culpa”, reafirmó Alain, cuyo apellido se reserva, según medios internacionales .
El piloto fue hallado culpable de homicidio involuntario y condenado con una pena suspendida de 12 meses, pero no irá tras la rejas. De otro lado, le suspendieron la licencia para volar durante un año, no solo por la tragedia, también por operar la aeronave sin la documentación obligatoria.
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Entre tanto, la escuela de paracaidismo fue multada con 22.000 euros.