Organismos de socorro en Libia ya no dan abasto y claman ayuda internacional para atender a víctimas

Se prevé que el número de víctimas mortales de las inundaciones en el este de Libia aumente drásticamente mientras que el número de desaparecidos se estima en 10.000, advirtió el martes la Cruz Roja.

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Las inundaciones que devastaron la ciudad de Derna, en el este de Libia, dejaron más de 2.300 muertos, dijo a AFP el portavoz de los servicios de emergencia del gobierno de Trípoli, reconocido internacionalmente.

Usama Ali, portavoz de estos servicios, que disponen de un equipo en Derna, indicó que las inundaciones causadas por el ciclón Daniel causaron "más de 2.300 muertos", unos 7.000 heridos y más de 5.000 personas están desaparecidas.

"Nuestros equipos sobre el terreno todavía están haciendo su evaluación, pero por lo que vemos y por las noticias que nos llegan, el número de muertos es enorme", declaró a la prensa en Tamer Ramadan, de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).

"Podría llegar a miles", dijo en inglés. "Ahora mismo no tenemos una cifra definitiva".

Fuentes independientes habían informado a la FICR que el número de desaparecidos "alcanzaba hasta ahora las 10.000 personas".

"Las necesidades humanitarias superan con creces las capacidades de la Media Luna Roja Libia e incluso las del gobierno", afirmó Ramadan.

"Por este motivo, el gobierno del este ha hecho un llamamiento internacional de ayuda", dijo, añadiendo que la FICR también estaba preparando un llamamiento de emergencia para recaudar fondos destinados a la respuesta.

Una calamidad de proporciones épicas

Por su parte, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Harris, describió la situación en Libia como "una calamidad de proporciones épicas".

Los expertos han descrito la el cliclón Daniel -que ha causado la muerte de al menos 27 personas al azotar zonas de Bulgaria, Grecia y Turquía en los últimos días- como "extrema en cuanto a la cantidad de agua caída en un espacio de 24 horas".

En el este de Libia, la tormenta golpeó con especial dureza la ciudad costera de Jabal al-Akhdar, así como Bengasi, donde se declaró el toque de queda y se cerraron las escuelas durante varios días.

Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas describió cómo "barrios enteros" de Derna habían desaparecido y sus habitantes habían sido "arrastrados por el agua, tras el colapso de dos presas envejecidas que hicieron que la situación fuera catastrófica y fuera de control".

En declaraciones a la cadena libia Almasar, Oussama Hamad, primer ministro del gobierno del Este, ha informado de "más de 2.000 muertos y miles de desaparecidos" solo en la ciudad de Derna.

El gobierno de Hamad -que en la Libia asolada por la guerra rivaliza con la administración de transición de Trípoli, mediada por la ONU y reconocida internacionalmente- ha declarado Derna "zona catastrófica".

Aunque ninguna fuente médica o servicio de urgencias ha confirmado las cifras de Hamad, Ramadan dijo que parecía "muy probable que la cifra declarada (por el funcionario oriental) pudiera acercarse a la correcta".

Manifestó que esperaba que la FICR pudiera proporcionar un balance más preciso de la catástrofe este martes.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para las Migraciones expresó su preocupación por el impacto que las inundaciones puedan haber tenido en los muchos migrantes que ya se encuentran en situación de vulnerabilidad en el país.