La Casa Blanca no solo lidia con problemas políticos, sino también caninos por cuenta de Commander, un perro de Joe Biden que ha sido acusado de morder varias veces al personal.
El presidente Joe Biden y su esposa, Jill, se mudaron a la Casa Blanca con dos perros, los pastores alemanes Champ y Major.
Tras la muerte de Champ, los Biden presentaron a su nueva mascota, Commander (Comandante, en español), otro perro de la misma raza.
En un video, Biden fue captado lanzando una pelota y entrando a la Casa Blanca con el cachorro, acompañado de su esposa, mientras le dice a Commander "hey, amigo".
Pero el "amigo" perro de Joe Biden muerde, afirma la prensa estadounidense, que cita documentos del Servicio Secreto a cargo de la seguridad de los altos funcionarios estadounidenses.
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Los archivos fueron obtenidos a través de solicitudes de la organización conservadora Judicial Watch.
Según los documentos, Commander estuvo implicado en diez incidentes y, en uno de ellos, la víctima tuvo que ser atendida en el hospital.
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En otro de los casos, Jill Biden "no pudo recuperar el control" del perro cuando embestía a un miembro del Servicio Secreto de la Casa Blanca, informaron los medios de comunicación estadounidenses.
"Creo que es solo cuestión de tiempo hasta que un agente u oficial sea atacado o mordido", escribió un empleado de ese cuerpo de seguridad en un correo electrónico citado en los documentos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se ha visto obligada a mencionar qué ha pasado con Commander durante una rueda de prensa este martes.
La familia Biden "intenta encontrar soluciones", incluso designar una zona para que "Commander pueda correr y hacer ejercicio", declaró a los periodistas.
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El director de comunicación de la primera dama ya declaró a la cadena CNN que la Casa Blanca era un "lugar único y a menudo estresante para las mascotas" y que los Biden intentaban establecer un nuevo protocolo.
Mientras tanto, el perro de Joe Biden, Commander, tendrá que volver a ser adiestrado.
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Otro pastor alemán de Biden, Major, también tuvo problemas para adaptarse a la vida en la Casa Blanca. En 2021, la familia presidencial lo envió temporalmente a su casa en Delaware para tomar clases de comportamiento después de morder a por lo menos un empleado.
Por recomendación de especialistas, la familia Biden se vio finalmente obligada a confiarlo a unos amigos que viven "en un entorno más tranquilo".
Los Biden también tienen un gato llamado Willow.
Aunque los gatos de la Casa Blanca han ganado caché político (el de los Clinton, Socks, fue fotografiado en el Despacho Oval), los perros son los grandes protagonistas. Más de 100 han recorrido y olfateado sus pasillos.