En un hecho extraordinario, un perronació sin un ojo ni nariz, pero con dos lenguas, en Filipinas.
Junto al pequeño Cíclope, fue concebido otro cachorro con todos sus órganos.
Amie de Martin, su dueña, le contó a Daily Star que un veterinario le explicó que la mamá de los perros pudo comer algo que la intoxicó y le provocó malformaciones a Cíclope.
Aunque ella intentó mantenerlo con vida e incluso se las ingenió para darle leche, a las pocas horas de nacido murió debido a la dificultad para respirar.
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Según medios locales, Martin decidió preservar al animal en una caja de vidrio en lugar de enterrarlo.