La plaga de jardín estaba infectada con un peligroso parásito que afectó su cerebro. Sam Ballard duró 420 días en coma y ahora necesita cuidados permanentes.
Cuando Ballard tenía 19 años se encontró con amigos en una fiesta y empezaron a beber. Entre las copas, él perdió un reto y debía comerse una babosa del jardín.
La ingesta del animal no representaba peligro, de no ser porque el animal estaba infectado con angiostrongylus cantonensis, un parásito que provoca mengoencefalitis eosinifílica.
Esto atacó directamente su cerebro y lo dejó en coma. Despertó, pero tuvo que estar hospitalizado por tres años. Posteriormente fue dado de alta con un dictamen poco favorable: había quedado tetrapléjico, informa The Sun
.
Ahora tiene 27 años y en este tiempo su mamá, Katie, tenía esperanza de que mejorara, pero ocurrió todo lo contrario. Cada vez más era mayor el tiempo y el cuidado por la enfermedad.
Sus amigos no lo desampararon. Haciendo campañas reunieron fondos para ayudar en su cuidado y recuperación, pero el dinero no fue suficiente, pues conforme pasa el tiempo no dan espera los gastos.
Sam no pudo volver a caminar, mucho menos practicar su deporte favorito. Constantemente tiene ataques y su cuerpo no puede ingerir alimento por propios medios.
La familia Ballard adeuda 25.000 euros por cuidados de enfermería y espera la ayuda de un instituto para intentar dar vida de calidad a su hijo.
Updated: marzo 08, 2018 05:37 a. m.