Todo comenzó hace 4 años, cuando mientras sacaba a un familiar de una piscina se hizo una pequeña herida en el brazo y, aunque en un inicio esta parecía haber sanado bien, no fue así, por lo que ahora vive un calvario.
“Luego se extendió como un reguero de pólvora hasta mis dedos, con grandes úlceras negras y sólidas y se empeoraron las cosas”, cuenta Jade en la página GoFundMe, en la que pide donaciones para poder realizarse un tratamiento privado.
De acuerdo con su relato, ha estado en la puerta de la muerte 8 veces, lo cual, además de ser doloroso para ella, ha afectado a su familia. Lamenta que a su hijo de 12 años lo “he visto la mayor parte de los últimos 4 años de su vida desde una cama de hospital”.
Y es que desarrolló una sepsis que se propaga tan rápido que los tejidos sanos, incluidos los órganos y la piel, comienzan a morir, lo que puede provocar amputaciones, insuficiencia orgánica y hasta la muerte.
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En 2018, cuando todo ocurrió, se negó a una amputación de brazo, sin embargo, es lo que quiere ahora porque sería la mejor opción para frenar la sepsis.
Desafortunadamente, mientras tenga sepsis no puede someterse a una amputación, pero su cuerpo se ha vuelto más resistente a los antibióticos y, por ende, más vulnerable a las infecciones.
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Entonces, lo que espera con las donaciones es que le realicen un tratamiento para reducir su sistema inmunológico y evitar que su cuerpo se ataque a sí mismo.