
Pensaron que una bebé se quejaba porque le estaban saliendo los dientes, pero era un tumor cerebral
Los médicos descartaron los síntomas de una bebé, creyendo que se trataba de dentición, pero su madre sospechaba que algo más grave pasaba.

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Los padres de Poppy Sinnott acudieron a los médicos al notar que la bebé de un año presentaba síntomas inusuales; sin embargo, los médicos descartaron la alerta y señalaron que era dentición, el proceso natural en el que le salen los dientes a los bebés.
Los síntomas no desaparecieron y, por el contrario, se hacían más fuertes, lo que llevó a los padres de la niña a acudir a otros profesionales. En ese momento, descubrieron que realmente a la bebé la estaba afectando un tumor cerebral.
Todo ocurrió en 2019, en Reino Unido , cuando la pequeña Poppy comenzó a mirar al vacío, chasquear la lengua y desmayarse. Los padres de la bebé la llevaron varias veces a urgencias, pero los médicos siempre les indicaron que seguramente eran síntomas porque sus dientes estaban saliendo o simplemente era un comportamiento común de la bebé.
"Me sentí completamente impotente porque nos mandaban a casa una y otra vez, pero mi instinto me decía que algo iba muy mal", indicó la mamá de la bebé al diario The Sun al contar su historia. Agregó que con el paso del tiempo, los síntomas de la niña se hicieron más fuertes, provocándole peligrosas caídas cuando apenas aprendía a caminar.
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La mamá relató que al ver los golpes en el cuerpo de su hija, "supe que teníamos que exigir atención, ecografías y respuestas". Gracias a la insistencia de la progenitora, a la bebé le realizaron una resonancia magnética en la que evidenciaron una extraña sombra en su cerebro.
Los médicos no podían determinar si se trataba de un tumor o una infección, por lo que se realizaron nuevos exámenes. La madre recalcó que su hija "había tenido varicela recientemente, por lo que consideraron meningitis o encefalitis y la trataron con antibióticos y antivirales intravenosos durante un mes".
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Tras una punción lumbar y una segunda resonancia magnética, se confirmó que Poppy tenía una masa en el cerebro , por lo que fue trasladada al Hospital Infantil de Manchester para estudiarla.
El diagnóstico fue que la bebé de un año tenía un ganglioglioma creciendo en su cerebro, aunque por fortuna no era cancerígeno, pero debía ser retirado quirúrgicamente rápido, ya que le causaba hasta 10 convulsiones por día a la niña. Así que la menor fue sometida a una operación de más de 11 horas.
"Me sentía como si estuviera viviendo un infierno, sin saber qué estaba pasando y aterrorizada de que mi bebé muriera. La operación de 11 horas fue el momento más largo y aterrador de mi vida", agregó la mamá al diario internacional.
La cirugía fue todo un éxito y los padres de Poppy Sinnott quedaron aliviados al saber que su pequeña hija había quedado libre del tumor. "No ha vuelto a tener una convulsión desde entonces, y no pasa un solo día sin que nos sintamos increíblemente afortunados", aseguraron.
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En la actualidad, Poppy tiene seis años y es una amante de las matemáticas, la natación y el fútbol. "Vivimos con esperanza y estamos comprometidos a recaudar fondos para la investigación de tumores cerebrales para ayudar a encontrar una cura", concluyeron.
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MARÍA PAULA GONZÁLEZ
PERIODISTA DIGITAL DE NOTICIAS CARACOL
CORREO: mpgonzal@caracoltv.com.co