Más allá de ser un líder en la cancha, Pelé
buscó ser un referente fuera del campo de fútbol y por eso incursionó en el mundo de la política. En 1994 se convirtió en ministro del Deporte de Brasil y su mayor logro fue la ley que llevaba su nombre.
Con esa norma, Pelé, que murió el 29 de diciembre de 2022, quiso acabar con la corrupción en el mundo deportivo y con ella obligó a los equipos a cumplir las leyes mercantiles.
Como futbolista y ya retirado, el rey visitó la Casa Blanca para compartir con presidentes de EE. UU.: Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan y Bill Clinton.
A este último le expresó:
Aprovecho la oportunidad para pedir al presidente más poderoso del mundo, el país más rico del mundo, que incentive proyectos del fútbol, porque solo así podemos acabar con tanta pobreza, con tanta falta de humanidad y de respeto
Para Pelé, el fútbol era importante “porque es la familia más grande, el deporte más grande del mundo, y en el que nosotros confiamos, porque a través del fútbol y el deporte nosotros sabemos que tendremos paz en el mundo”.
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Se convirtió en el embajador honorario para la Copa Mundo 2014 y tras su muerte deja un legado eterno dentro y fuera de la cancha.
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