Un pasajero saltó de un avión en movimiento en Los Ángeles y ahora podría ser condenado hasta a 20 años de prisión por poner interferencia con la tripulación de un vuelo. Medios estadounidenses reseñaron que todo ocurrió por efecto de las drogas.
El hombre en cuestión fue identificado como Luis Antonio Victoria, un mexicano de 33 años. El pasado viernes se subió a un vuelo al cual fue reacomodado, pues había perdido otro.
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En el momento en que se sentó, una mujer a su lado lo notó nervioso, mirando desesperadamente a todos lados, y decidió preguntarle si estaba bien, a lo que él, muy groseramente, le respondió que no era su problema.
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De repente, dijo la pasajera, susurró que debía bajarse y que, de ser necesario, saltaría del avión en movimiento. Hizo efectiva su amenaza y corrió en busca de la azafata para decirle que no podía volar, que necesitaba regresar, pero la mujer le dijo que estaban a punto de despegar, contó South China Morning Post .
Desesperado, corrió hacia la cabina de tripulación y golpeó la puerta. Al ver que nadie le abría y que la aeronave se movía, decidió activar la salida de emergencia y saltó del avión en movimiento.
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Aunque no habían despegado, la altura fue suficiente para que sufriera una fractura en la pierna. Las autoridades lo llevaron a un hospital, donde tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica.
Ya con mejor semblante, fue abordado por el FBI, organismo al que le confesó que había estado tomando cerveza y consumiendo cristales de metanfetamina. Aseguró que saltó de un avión en movimiento porque entró en pánico al escuchar a otros pasajeros decir que el vuelo no iba a su lugar de destino, sino a otra ciudad.