El papa Francisco
alentó a la comunidad a redescubrir símbolos navideños tan importantes como el "simple y familiar" Belén, que recuerda "una Navidad
diferente a la consumista y comercial", en la audiencia a los donantes del árbol y el nacimiento que decorarán este año el Vaticano y entre los que se encontraba el ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Mario Bucaro Flores.
"El árbol y el pesebre son dos signos que siguen fascinando a grandes y pequeños", dijo el pontífice al agradecer las decoraciones recibidas, entre ellas un Belén tradicional de Guatemala con una representación artesanal compuesta por la Sagrada Familia y tres ángeles que adornará el Aula Pablo VI del Vaticano.
Además de Bucaro Flores, Francisco recibió también el sábado a los representantes de los municipios italianos de Sutrio y Roselló, de donde provienen los otros regalos oficiales que decorarán la plaza de San Pedro este año, un Belén y un árbol de Navidad, respectivamente.
"En su auténtica pobreza, el Belén nos ayuda a redescubrir la verdadera riqueza de la Navidad y para purificarnos de tantos aspectos que contaminan el paisaje navideño", explicó el pontífice, mientras que sobre el árbol destacó a la importancia que las "raíces" tienen "también para los hombres".
Ambos símbolos muestran "dos actitudes humanas y cristianas": "el árbol nos enseña las raíces y el Belén nos invita a la contemplación" porque es "bueno apreciar los momentos de silencio y oración en nuestros días, a menudo abrumados por el frenesí", añadió.
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El Belén guatemalteco adornará el aula Pablo VI, una de las principales y más amplias salas del Vaticano, con un nacimiento decorado con amplias telas de colores, donde predominará el dorado, y con estatuas de madera que han realizado los artesanos locales respetando en todo momento la tradición del país centroamericano.
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En cuanto al nacimiento de la plaza de San Pedro, será íntegramente de madera de cedro, con una semiesfera a modo de gruta donde se exhibirá la Sagrada Familia, alrededor de la cual se colocarán personajes de tamaño natural "esculpidos a mano" y que "respetan al máximo el medio ambiente", indicó el Vaticano en una nota.
Por su parte, el municipio de Rosello entregará un abeto blanco de unos 30 metros con adornos realizados por los pacientes de la Residencia de rehabilitación psiquiátrica La Quadrifoglio.
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Tanto el árbol como los dos belenes estarán expuestos hasta el final de las festividades de Navidad, que coincide con la fiesta del Bautismo del Señor, domingo 8 de enero.