Errol Musk, papá del multimillonario Elon Musk, le contó al medio The Sun cómo mató a tres hombres que se metieron a la casa que tenía rentada en Johannesburgo, Sudáfrica, en el año de 1998.
Una de sus hijas, Alexandra -o Ali-, que en esa época tenía 6 años, fue testigo del tiroteo. “Ella estuvo a mi lado todo el tiempo. Se aferró a mí como un mono, pero se mantuvo en silencio. No gritó ni lloró”, afirmó.
Según su relato, siete hombres ingresaron a la casa mientras la niña tomaba una ducha y supuestamente le dispararon al verlo, pero él logró salvarse de los tiros y corrió al dormitorio principal, donde tenía una magnum con la que enfrentó a los delincuentes.
“Maté a tres. Una bala atravesó a dos de ellos”, relató.
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“Al primer tipo le volé la cabeza. La Policía lo encontró sin la parte superior”, afirmó en su declaración. La metralla de esa misma munición “golpeó al tipo que estaba detrás de él en el pecho”, agregó.
El resto de los delincuentes huyó y solo uno permaneció en la residencia del papá de Elon Musk.
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"Ambos disparamos al mismo tiempo. Le di en la ingle y pensé que me había dado. Miré hacia abajo para ver dónde me dispararon" pero no palpó herida alguna, afirmó.
Luego descubrió que la bala quedó incrustada en un marco de aluminio, “de lo contrario, me habría dado de lleno en el pecho”, explicó.
El delincuente herido fue hallado sin vida, afuera de la casa, por la Policía, que llegó al sitio una hora y media después del tiroteo.
El papá de Elon Musk aseguró que perdió la audición del lado derecho por ese cruce de disparos y que, aunque fue acusado de homicidio involuntario por el incidente, lo absolvieron porque actuó en defensa propia.
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Asimismo, aseveró que su hija Ali le dijo a un psicólogo que se sentía bien "porque mi papá ganó".
Elon Musk se ha referido a su padre como un "ser humano terrible" del que "casi todas las cosas malas que podrías pensar, él las ha hecho".
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