Cientos de personas esperan impacientes noticias sobre sus familiares recluidos en la penitenciaría de Guayaquil, escenario de una sangrienta masacre carcelaria en Ecuador que ya deja 118 muertos.
Detrás de la dolorosa cifra hay historias de vida como la de Daniel Villacís, un padre que tenía a tres de sus cuatro hijos recluidos en ese penal. Los tres fallecieron en la masacre carcelaria en Ecuador.
"Tengo tres ataúdes, tres muertos, tres muertos míos… así Dios da y Dios quita”, fueron sus cortas palabras.
Muchas de las personas que llegaron a la cárcel de Guayaquil son conscientes de que sus familiares fallecieron. Recurren a la resignación y piden que, por favor, al menos les entreguen los cuerpos para poder darles una digna sepultura.
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“¿Están esperando que los muertos se pudran y lanzarlos a una fosa común?”, cuestionó una de las mujeres que aguarda una respuesta.
Varias familias llevan hasta dos días pernoctando a las afueras de la penitenciaría con la esperanza de tener noticias tras esta sangrienta masacre carcelaria en Ecuador.