Félix Gretarsson, un obrero electricista de 48 años que perdió los brazos hace 23 en un accidente, habló dos semanas después de haber recibido el trasplante en Francia.
Las extremidades le fueron injertadas al islandés el 13 de enero en Lyon a nivel del hombro, una operación sin precedentes.
El paciente afirma que va "muy bien", según una entrevista publicada en el semanario Tribune de Lyon, en su edición del miércoles.
"Aunque no fue fácil y, sobre todo, muy doloroso. Las primeras 24 horas han sido horribles", precisa.
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"Tomo muchos analgésicos, pero siento que cada día avanza", declara Gretarsson, que se está recuperando en una habitación del servicio de trasplantes del hospital Edouard Herriot.
El 13 de enero, después de un trasplante que duró más de cuatro horas, cuatro equipos de cirujanos le injertaron un par de brazos y hombros.
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"Siempre supe que esto iba a suceder", subraya el obrero, refiriéndose al procedimiento que esperaba desde 2007.
También confiesa que empieza a apropiarse de sus brazos y sus manos.
"Me gustan mis manos. Por otra parte, se parecen a las de antes", perdidas en un accidente hace 23 años interviniendo en una línea de alta tensión en Islandia.
Gretarsson se dice "muy optimista" para recuperar cierta movilidad, aunque admite que podría no encontrar "ninguna".
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Acompañado de su esposa Silvia, debe pasar otras tres semanas en el hospital antes de ser trasladado a un servicio de reeducación física y de rehabilitación neurológica, cerca de Lyon.