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La pandemia del coronavirus puso a prueba el bolsillo de muchos negocios. Algunos no resistieron y otros acudieron a los gobiernos de sus países para salir de la crisis. Sin embargo, se siguen conociendo casos de empresarios que se hicieron las víctimas para sacar tajada.
Recientemente en Estados Unidos el dueño de un restaurante se declaró culpable de utilizar estos subsidios para comprar vehículos antiguos, entre esos algunos de 1929, 1939 y 1941. Fueron 75.000 dólares los que invirtió no en uno, sino en cuatro ‘caprichitos’.
Michael Eugene Bolt se declaró culpable y podría ir a prisión por un año. Además de entregar los carros, tendrá que pagar una multa de 100.000 dólares.
Su sentencia completa se conocerá en abril.