Un oso pardo tuvo que ser asistido por varias personas, al parecer, por un malestar provocado causado por un exceso de miel.
El animal, desorientado, se tambaleaba de un lado a otro en el platón de la camioneta. Durante varios minutos el peludo pasajero perdió el equilibrio.
Los lugareños lo encontraron casi desmayado en la ladera de una montaña y en cuanto llegaron al veterinario todo indicaba que comió demasiado y el nivel de azúcar pasó cuenta de cobro.