Al menos 12 reos fallecieron este domingo en un motín en una cárcel de Ecuador ubicada en la sureña provincia de Azuay, según confirmó el ministro de Gobierno, Patricio Carrillo. "Hasta el momento se han identificado en la parte exterior 12 víctimas y en las partes internas todavía se está trabajando y haciendo una evaluación", indicó en una rueda de prensa.
El funcionario atribuyó los enfrentamientos en el centro penitenciario a que "hay una organización que quiere tener un poder absoluto al interior del centro y hay unas células que se han rebelado contra ellos".
Carrillo aseveró que han adoptado algunas medidas para "evitar que personas que pertenecen a las mismas organizaciones y se encuentran en otros centros penitenciarios a nivel nacional puedan elevar este tema en los otros lugares".
Aunque la situación no está del todo controlada "no hay un solo fugado", dijo Carrillo antes de avanzar que no declararán el estado de excepción: "Lo vamos a enfrentar con la ley normal".
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El director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI), Pablo Ramírez, comentó en la rueda de prensa conjunta que se evacuó a 90 presos, 10 de ellos con heridas que fueron atendidos por personal del Ministerio de Salud.
Añadió que en las afueras del centro de detención se han dispuesto cinco ambulancias para ofrecer la atención necesaria.
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De su lado, la secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez, señaló que han trasladado equipos especializados a la zona para atender a los familiares de los reclusos.
De igual manera, tan pronto se evacúen los cadáveres adoptarán los protocolos correspondientes para entregar los cuerpos a sus familiares.
Las autoridades movilizaron a 800 policías y militares para recuperar el control de la prisión.
Los violentos hechos comenzaron en torno a la 1:30, hora local, en circunstancias aún no esclarecidas por las autoridades y en medio de detonaciones y disparos.
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Esta revuelta es parte de la crisis carcelaria que vive Ecuador desde el año pasado, cuando murieron 316 presos en violentos enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan el control de los centros penitenciarios.
En la misma prisión de El Turi, ubicada a las afueras de la ciudad de Cuenca, capital de Azuay, fueron masacrados 33 presos el 23 de febrero de 2021, la mayoría decapitados y desmembrados en un ataque entre bandas rivales coordinado simultáneamente en varias cárceles que dejó 78 fallecidos en todo el país.