Norka Márquez revela algunos momentos trascendentales en la vida del político que protagoniza un pulso por el poder con Nicolás Maduro.
Márquez estaba con su hijo Juan Guaidó cuando durante un discurso, ante miles de opositores, levantó la mano y se declaró presidente interino de Venezuela. "Estábamos la esposa y yo al lado... y nos tomó por sorpresa", asegura.
"Ha pasado mucho en tan poco tiempo", dice Márquez, de 54 años, en entrevista con la AFP, al intentar resumir lo que han vivido ella, su hijo y su familia desde el 5 de enero, cuando Guaidó asumió la jefatura del Parlamento, de mayoría opositora.
Desde entonces, este ingeniero industrial de 35 años -padre de una bebé, que creció en una familia de militares y sobrevivió a un deslave en 1999- pasó una hora detenido hace dos semanas, se autojuramentó el 23 de enero como presidente encargado, fue reconocido por Estados Unidos y otra docena de países, y protagoniza un pulso por el poder con el gobernante socialista Nicolás Maduro.
¿Cómo supo que su hijo se iba a juramentar como presidente interino?
No lo sabía, no sabíamos qué se iba a juramentar. Yo estaba al lado, estábamos la esposa y yo al lado, con todos los diputados, y nos tomó por sorpresa. Impresionante. Nunca me imaginé estar al lado de un presidente de Venezuela, encargado, interino... lloré mucho y después me dio miedo.
Pero como lo veo tan seguro, tan fuerte, eso nos ayuda a nosotros como familia: verlo a él tan bien parado, bien firme, sus palabras. Y ahí estamos, apoyándolo.
- ¿Cómo se sintió cuando lo detuvieron?
Sentí mucho miedo, sentí que me estaban arrebatando algo muy mío y me agarré a la Virgen del Valle y le pedí a ella, a mi papá y a mi mamá (fallecidos), que por favor me lo entregaran y me lo entregaran sano. Así fue, al rato nos lo entregaron.
Cuando llegó eufórico, a nadie le dio tiempo de llorar o reír o gritar, porque él llegó diciendo: "Vamos a la actividad [un mitin al que se dirigía cuando lo interceptaron], y vamos y vamos".
Juan Guaidó y su infancia
Márquez, una maestra que se dedicó a la crianza de sus cuatro hijos varones, cuenta que en la familia bromeaban sobre la posibilidad de que "Juan Gerardo", un "líder desde pequeño", fuera presidente.
"Cuando era bebé, él era muy alérgico y mi mamá lo bañaba y le ponía cremas y le decía: 'Y pensar que el día que seas presidente de Venezuela no me vas a dejar echarte crema ni verte'", recuerda.
Relata otros episodios, como cuando su hijo asumió por primera vez como diputado y en casa todos jugaban -"echando broma"- a que estaban juramentando al presidente.
"Son anécdotas familiares, pero ¿será que lo decretamos [vaticinamos]?", se pregunta Márquez, quien cuenta que su hijo se involucró en la política cuando era universitario, durante las protestas estudiantiles de 2007 contra el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
- ¿Qué cualidades de su hijo cree que le están ayudando ahora?
Juan tiene esa esencia de nosotros de ayudar a los demás, de servirle a los demás. Esa es una de las grandes cualidades de Juan.
Él tiene muchos amigos, es muy amiguero y todos me dicen mamá... y ellos están ahorita regados en el mundo, por la diáspora unos se fueron, [otros están en el] exilio y los que quedan aquí.
- ¿Nunca se planteó irse?
Jamás, jamás. Como le digo yo: nosotros estamos sembrados en Venezuela, aquí nacimos y aquí hemos también perdido, porque nosotros perdimos mucho con la tragedia [el deslave] de Vargas.
- ¿Cómo vivió él, con 15 años, el deslave de diciembre de 1999?
Fue fuerte. No me gusta hablar mucho (sigue con voz entrecortada), pero lo superamos.
Y después fuimos en enero a ver qué había quedado, a ver qué se podía rescatar. El diccionario es algo que rescatamos, porque ese era su libro preferido: él se acostaba y leía el diccionario. Y yo lloraba... y él me decía: "Si sigues llorando, nos devolvemos".
Él es muy fuerte, él es el que da ánimo, si pasa algo, entonces él saca un chiste de ahí, y terminas riéndote y no llorando.
- ¿En su familia hubo antes políticos?
Militares, su abuelo paterno era guardia nacional, y mi papá, de la infantería de marina.
A él le encantaba ese mundo. De hecho, quería estudiar en la escuela de aviación militar, pero por un problema que sufrió de asma no entró.
- Y ahora su hijo hace un llamado a los militares para que retiren su apoyo a Maduro.
Se les inculcó también a mis hijos el respeto a los militares, y él hoy en día hace el llamado para que se unan con nosotros... para reconstruir el país.
En contexto:
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Updated: enero 29, 2019 10:09 a. m.