Camila
fue coronada como reina del Reino Unido en la ceremonia que se lleva a cabo este sábado en la Abadía de Westminster, en Londres.
La reina Camila fue primero ungida con aceite en la cabeza por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia Anglicana, quien posteriormente impuso en su cabeza la corona de la Reina María.
La esposa del rey Carlos III desde hace 18 años deja de esta forma de ser llamada reina consorte, para pasar a ser considerada únicamente como reina.
Una sonriente Camila recibió de manos del obispo emérito de Londres y de la obispa de Dover el Cetro de la Reina Consorte y la Vara con Paloma de la Reina Consorte.
Según la tradición británica, las esposas de los monarcas son coronadas como reinas, algo que no sucede con los maridos de las reinas, como fue el caso del duque de Edimburgo, Felipe, padre de Carlos III y marido de Isabel II.
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Tras la coronación de Camila, el coro cantó un nuevo himno, "Make a joyful noise", compuesto para la ocasión por el prestigioso autor de musicales y bandas sonoras Andrew Lloyd Weber.
Posteriormente, los reyes se quitaron las coronas, que llevaron hoy por única vez en sus vidas, para continuar con la eucaristía en el servicio religioso antes de volver al Palacio de Buckingham, desde cuyo balcón saludarán a los ciudadanos.
Carlos III y Camila, una relación llena de obstáculos
Pocos pudieron anticipar el camino plagado de obstáculos que los ahora reyes británicos iban a afrontar.
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Impactado por el buen sentido del humor de Camila, Carlos III se enamoró de ella perdidamente, pero por el hecho de que fuera una mujer "experimentada", Isabel II consideró que no era la persona adecuada como esposa del heredero, según los expertos en realeza.
Cada uno siguió después caminos por separado, ya que ella se casó con el brigadier Andrew Parker Bowles y él contrajo matrimonio, el 29 de julio de 1981, con Lady Diana Spencer, una jovencita tímida, con poco mundo, pero perfecta a los ojos de Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, pero sobre todo para la reina madre, Isabel.
Con el tiempo, Carlos y Camila iniciaron su relación a escondidas, pero esto terminaría por destrozar sus respectivos matrimonios y llevaría a la monarquía a su crisis más profunda desde la abdicación del rey Eduardo VIII en 1936.
Para el gran público, esa relación extramarital salió a la luz cuando lady Di relató su infelicidad en unas grabaciones que filtró a Andrew Morton, quien en 1992 publicó el libro 'Diana, su verdadera historia', en el que se relató el alcance del daño emocional que sufrió la princesa por ser "tres" en su matrimonio -Camila la otra-.