
Joan Pons, un español residente en Inglaterra y que trabaja con el sistema de salud como enfermero, decidió hacer parte de la prueba que necesitaba a alguien que estuviera expuesto al contagioso COVID-19 todos los días.
“La segunda ola va a venir, por lo tanto, la única manera que podemos reiniciar nuestra vida normal, sin temor, es con una vacuna y yo no lo dudé en dar un paso adelante y hacer parte de esta historia”, cuenta el enfermero.
Ya tiene en su organismo la candidata a vacuna que desarrolla la universidad de Oxford y está en constante revisión para verificar si entró en contacto con el COVID-19. Si eso sucede, tendrían que realizarle unos exámenes más complejos.
Oxford tiene metas ambiciosas, “quieren sacarla para octubre, comercializarla y que llegue a los hogares para Navidad. Ese sería el mejor regalo para todo el mundo”, dice.