El caso de un hombre que murió frente a la puerta de un hospital de México , mientras su esposa e hijos suplicaban que les abrieran y lo atendieran, ha generado indignación.
Según los familiares de la víctima, de 48 años, habían ido a cuatro centros médicos buscando ayuda antes de llegar al Hospital Magdalena de las Salinas, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Videos en redes sociales mostraban cómo sus hijos y esposa gritaban y les pegaban a las puertas de vidrio clamando por ayuda.
“No es COVID, no es COVID, todavía sigue vivo, por favor ayúdennos”, repetían desesperados mientras intentaban reanimar al hombre, tendido en el piso.
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Momentos después llegaron unos paramédicos que tomaron sus signos vitales y confirmaron que había fallecido.
La familia afirmó que el hombre sufría de insuficiencia renal y que no tenía coronavirus, prueba que, aseguraron, se había hecho en dos ocasiones.
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El IMSS emitió un comunicado en el que dijo que no era cierto que se le hubiera negado atención: “una médica de turno se alertó para atenderlo. Sin embargo, las personas presentes gritaron que era sospechoso a COVID-19, por ello ingresó a colocarse el Equipo de Protección Personal para otorgarle la atención médica como indica el protocolo de atención”.
Agregó que su propia familia había notificado, al llegar al hospital, que el paciente “ya no respiraba”.
“Revisando los videos de la Unidad Médica de Alta Especialidad, se observa claramente que desde el momento que los familiares lo bajan del auto, el cuerpo se encontraba inerte y lo dejan sobre el pavimento, iniciando maniobras de reanimación cardiopulmonar frente a la puerta del área de urgencias del hospital”, sostuvo.