Por primera vez desde que inició la pandemia en Estados Unidos, los niños contagiados con COVID-19 superaron los 250 mil en la última semana, una cifra nunca antes vista en una nación donde se superaron los 40 millones de contagios.
Según la Academia estadounidense de Pediatría, 2.400 menores de edad han sido hospitalizados.
Norm Christopher, jefe médico de un hospital pediátrico, afirmó que "los niños que requieren control y tratamiento de cuidados intensivos son mucho más altos ahora que durante la primera y la segunda oleada del virus”.
En cuanto a profesores, a nivel nacional, 320 han perdido la vida tras complicaciones por el coronavirus y solo en Miami-Dade, el condado más poblado de Florida, 54 trabajadores escolares fallecieron tras infectarse.
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Alberto Carvalho, superintendente escolar del condado, detalló que fallecieron “13 de nuestros empleados desde el día 16 de agosto, todas las muertes pudieron haber sido evitadas porque las personas impactadas no fueron vacunadas”.
“Lo que queremos es que toda la comunidad sepa qué tan importante es vacunarse y que nosotros podemos prevenir la pérdida de vidas y eso es abriendo nuestra comunidad para que más personas tengan acceso”, dice Karla Hernandez, del sindicato de maestros de Miami-Dade.
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Por eso se inició una campaña de vacunación en diferentes áreas en las que viven comunidades afroamericanas y latinas, que son las que menos tasas de vacunación registran.
Entretanto, el juez John Cooper se pronunció en contra de una medida del gobernador de Florida, Ron DeSantis, que prohíbe a las escuelas públicas hacer obligatorio el uso de tapabocas y ordenó de inmediato continuar con esta medida sanitaria mientras prosigue la apelación presentada por el estado.
El fallo es el segundo revés del republicano en los tribunales sobre el tema y una nueva victoria para padres de familia y más de una docena de distritos escolares que se rebelaron contra esa orden e impusieron el uso de la mascarilla durante el nuevo año escolar que comenzó en agosto pasado.
En Texas, por lo menos 45 colegios suspendieron las clases presenciales debido a brotes de niños contagiados con COVID-19.
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