
Niño perdió un ojo tras un beso en la mejilla: su familia cometió un error común
La infección se alojó en su córnea y causó un daño irreversible que hoy lo tiene sometido a cirugías complejas y tratamientos médicos de alto riesgo. Esto le pasó.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Juwan Saaiman, un niño de apenas dos años, se enfrenta a una dura batalla médica luego de perder completamente la visión de su ojo izquierdo, como consecuencia de un beso que le fue dado en la mejilla. ¿Cómo pasó esto? Según lo que explica O Globo, la familia del pequeño siente profundo dolor, pues de acuerdo con lo dicho por su madre, Michelle Saaiman, los primeros signos de alarma aparecieron cuando Juwan tenía un año y cuatro meses.
El niño a esa edad presentaba una irritación persistente en el ojo izquierdo que lo llevó a múltiples consultas médicas. Al principio, se pensó que se trataba de una infección bacteriana común, por lo que fue tratado con antibióticos. Sin embargo, la condición no solo no mejoraba, sino que se agravaba progresivamente. Luego se dio a conocer que el niño namibio habría perdido la vista de un ojo tras desarrollar una grave infección ocular provocada por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), comúnmente asociado a llagas labiales.
Durante meses, la familia luchó por encontrar una respuesta. Solo hasta que un oftalmólogo especializado realizó pruebas más específicas, se descubrió que el causante de la inflamación crónica era el herpes simple, una enfermedad altamente contagiosa que, en este caso, se había alojado en la córnea del menor. El diagnóstico fue devastador, incluso pensaron que se trataba de "una broma por el Día de los Inocentes".
Para la familia la forma de contagio sigue siendo un misterio. Aunque no se ha identificado a la persona responsable, se sospecha que el virus fue transmitido por alguien que, sin saber del riesgo, besó al niño en la mejilla mientras tenía un brote activo de herpes labial, lo cual tuvo consecuencias irreversibles. La infección continuó avanzando, y el virus deterioró rápidamente la córnea del ojo izquierdo.
"Al principio, estábamos muy molestos. Mi esposo y yo estábamos enojados con quien fuera tan egoísta como para besar a mi hijo en la mejilla con fiebre. Los besos nacen del amor. Así que quien le dio esto, estoy segura de que no pretendía hacerle daño", indicó su madre. En cuestión de semanas, Juwan perdió sensibilidad ocular y, con el paso del tiempo, la vista, de acuerdo con lo informado por el medio. El daño en el ojo del niño es irreversible
Lo que explica la mamá del pequeño es que el ojo comenzó a secarse por dentro, por "el gel que lo protegía, que se evaporó y le secó el ojo". Finalmente, los médicos detectaron un orificio de cuatro milímetros en la córnea, causado por la necrosis del tejido ocular. Frente a la gravedad del cuadro clínico, la familia buscó atención médica especializada fuera del país. Viajaron hasta Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde un equipo de especialistas realizó una delicada cirugía en la que se injertó membrana amniótica para intentar salvar el ojo.
Publicidad
En ese mismo procedimiento, los médicos decidieron suturar temporalmente los párpados de Juwan para proteger la zona afectada y evitar infecciones futuras. Pese a los esfuerzos, los profesionales reconocieron que el daño es irreversible. No obstante, existe una esperanza. Para este mes, se programó una segunda cirugía que consiste en el traslado de nervios desde una pierna hasta el ojo dañado, una técnica compleja que, de resultar exitosa, permitiría un eventual trasplante de córnea en 2026.
Michelle, quien ejerce como abogada, compartió públicamente su experiencia con el objetivo de concientizar a otros padres sobre los riesgos de besar a los bebés en el rostro, pues "no es justo que un ser humano tan pequeño tenga que pasar por todo esto", comentó. La familia se ha visto obligada a iniciar campañas de recolección de fondos en línea, ya que los costos de las cirugías, medicamentos, traslados y tratamientos son elevados y continuarán durante los próximos años.
Publicidad