Es el primer pequeño que pierde la vida en el país europeo, donde cerca de 125 menores han presentado síntomas de esta dolencia relacionada con el COVID-19 .
Falleció el pasado sábado en el hospital de La Timone de Marsella, indicó a EFE una portavoz del organismo que reúne a los hospitales públicos de la ciudad.
El niño había sufrido un paro cardíaco en su domicilio y fue trasladado al hospital, donde estuvo ingresado siete días.
Las pruebas serológicas mostraron que había estado en contacto con el coronavirus, aunque no había desarrollado síntomas, según el diario La Provence, que fue el que reveló el caso.
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Los primeros análisis apuntan a que su muerte tiene carácter excepcional.
En Francia se tienen registrados desde el 1 de marzo pasado 125 casos de niños afectados por un proceso inflamatorio con los síntomas de la enfermedad de Kawasaki, probablemente en relación con la pandemia de la COVID-19.
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