Benjamin Luckett será recordado como un gran hermano y un héroe: este niño de 10 años murió tras intentar salvar a su hermanita Abigail, que cayó a un estanque congelado en Tennessee, Estados Unidos . En este estado las temperaturas rondan los -10°C.
Los niños estaban jugando, junto con otro hermano, cerca del estanque, cuando Abigail se resbaló hacia las gélidas aguas.
Benjamin no dudó y saltó para rescatarla, mientras su otro hermano corrió en búsqueda de ayuda.
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El padre de los menores pudo alcanzar a la niña. Sin embargo, no alcanzó a sacar a su otro hijo a tiempo. Él fue trasladado de urgencias a un hospital, donde falleció.
El pastor de la iglesia a donde acuden los Luckett, Stacey Stilgenbauer, manifestó para el medio local WREG que este fue un “sacrificio increíble que estaba dispuesto a hacer para salvar a su hermana pequeña”.
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El niño estaba tratando de mantener a flote a Abigail, pero cuando su padre pudo llegar a él, las bajas temperaturas ya habían afectado al pequeño.
El pastor declaró que desde su iglesia están ayudando a la familia a recaudar fondos para el funeral y los gastos médicos. La niña “parece estar bien”, de acuerdo con Stilgenbauer.