Un niño de 13 años aceptó que mató a su hermano mayor en Oklahoma, Estados Unidos. Por su confesión, el menor de edad será juzgado como un adulto por los delitos de asesinato y profanación de un cuerpo humano.
El crimen se registró el 6 de marzo, cuando los bomberos atendieron un incendio en una casa y encontraron en el garaje el cuerpo de un adolescente de 16 años que tenía una manguera alrededor del cuello.
El sospechoso del asesinato fue un niño de 13 años, que confesó que mató a su hermano mayor por un supuesto plan que ambos hicieron un mes antes, en el que el pequeño al parecer había accedido a ayudarle al joven con un “suicidio asistido”, según informaron medios de ese país.
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El niño dio todos los detalles del crimen a los investigadores.
Relató que el día que mató a su hermano mayor, el adolescente se puso una funda de almohada en la cabeza y ahí lo asfixió hasta que se desmayó. Luego tomó una manguera y lo estranguló.
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Cuando el joven dejó de respirar, el menor de edad volvió a la casa para jugar en la computadora y después de una hora se preparó el almuerzo.
El niño les dijo a los investigadores que mientras estaba su comida le roció gasolina al cuerpo y a las pertenencias de la víctima y les prendió fuego.
La madre de los menores de edad había salido de viaje con otro de sus hermanos cuando ocurrió la tragedia.
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