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Andrea Sánchez, de 12 años, fue la única sobreviviente de la masacre de su familia, un hecho que conmocionó a los habitantes de Mesa en Arizona, Estados Unidos.
Fue un vecino de la menor el que llamó a la Policía después de auxiliar a la pequeña, en la noche del 8 de marzo.
"La agarré. La llevamos a nuestro porche, la sentamos porque estaba sangrando mucho, comenzamos a aplicar presión, agarramos mi teléfono, llamamos al 911 y luego escuchamos un disparo", relató al canal ABC15.
La noche del crimen, Rubén Sánchez, de 51 años, les disparó a su exesposa Ana Guerra, de 49, a Amy Sánchez, de 18, y a Andrea, de 12, en su casa. Esta última logró salir de la vivienda y acudió a los vecinos, que no dudaron en ayudarla. El atacante se quitó la vida.
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“¿Qué le pasó a mi hermano? ¿Qué causa que una persona haga eso? Nunca sabremos la respuesta”, declaró entre lágrimas Marco Sánchez, hermano del presunto asesino, al medio Arizona’s Family.
La niña fue dada de alta tras ser intervenida quirúrgicamente y, según su tío, será adoptada por una familia que ha sido cercana a la suya durante casi cuatro décadas.
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"Va a estar en buenas manos. Nadie tiene que preocuparse por eso; va a ser amada", sostuvo.
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