Brasil, el país más afectado de la región con casi 350.000 fallecidos y epicentro de la pandemia en el mundo, fue de nuevo, este viernes, el que más muertos porCOVID-19 registró con 3.693 decesos. A pesar de la crisis sanitaria, los bares y restaurantes de la turística ciudad de Río de Janeiro reabrieron.
“Necesito trabajar y cerrando la gente no consigue ingresos, parados en casa la gente no consigue pagar el alquiler ni ganar nada, entonces para mí fue muy bueno abrir otra vez”, manifestó Elizabeth Dos Santos, vendedora.
A pesar de que Río registró un promedio de 100 muertes por día en la última semana, la marea parece bajar. Las emergencias de la red de salud pública están empezando a registrar una caída en el número de consultas y las autoridades creen que eso se verá reflejado en un retroceso de contagios y muertes en las próximas semanas.
“Para nosotros la reapertura es una felicidad, porque la gente tiene que sentirse productiva para sentirse viva, estar en casa entiendo que es una necesidad por la pandemia y obviamente necesario también, pero volver al trabajo con las medidas de protección adecuadas es mejor para la salud”, expresó Carlos Gazzi.
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A esta reapertura se suman cines, museos y teatros, entre otros espacios, además de puntos turísticos como el famoso Cristo redentor.
Sin embargo, las playas permanecerán cerradas, según anunció la Alcaldía.
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Elpresidente Jair Bolsonaro sigue en el ojo del huracán, acusado de haber minimizado la gravedad de la pandemia desde su inicio. Ahora dice ser víctima de una campaña judicial, tras la creación de una comisión en el Senado para investigar presuntas "omisiones" del gobierno en la gestión del COVID-19.