En su lecho de muerte, una mujer con cáncer
terminal decidió casarse con su compañero de trabajo para heredarle parte de su fortuna por acompañarla durante los últimos 10 años de su vida. Sin embargo, el matrimonio anuló su testamento y, por ley, toda la fortuna fue asignada a su nuevo esposo, dejando al resto de su familia sin derecho a nada.
Cuatro días antes de morirse, la doctora Evi Kalodiki, una reconocida cirujana de Londres, Inglaterra, escribió su testamento dividiendo su fortuna de más de 10 millones de libras esterlinas entre su familia y su compañero de trabajo Chris Lattimer, a modo de agradecimiento por los últimos años que compartieron juntos.
En ese entonces, la mujer había ingresado en el hospicio de St John’s con un cáncer de pulmón, siendo acompañada únicamente por el doctor Lattimer, a quien hicieron pasar por su “pariente más cercano”. Poco después de su ingreso, la paciente obtuvo un permiso especial para salir y visitar a sus familiares.
Luego de pasar unos días en casa durante Navidad, el estado de Kalodoki empeoró y fue nuevamente ingresada al hospicio donde su compañero de trabajo le reclamó por “irresponsable” y por dejarlo solo sin ningún apoyo para enfrentarse a la familia cuando muriera.
A modo de respuesta, la doctora le propuso matrimonio a su compañero y ese mismo día escribió a puño y letra su testamento final. En el documento original, la mujer dividió su fortuna en partes iguales incluyendo a su hermana, sus tres sobrinos, la Sociedad Sarantaris y a Lattimer, por lo que a cada uno le correspondía una sexta parte.
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En la noche, la pareja de médicos se casó por lo civil en el hospicio, y, al día siguiente, el padre Damian Konstantinou llegó a la capilla del Hospital de San Juan y Santa Isabel donde Evi Kalodiki y Chris Lattimer oficializaron la boda en una ceremonia ortodoxa griega.
Tres días después del evento, Kalodiki falleció y toda la fortuna fue heredada a su esposo, ya que el testamento escrito por la mujer fue revocado bajo la Ley de testamentos de 1837 de Reino Unido, que establece que el matrimonio puede revocar cualquier sucesión realizada por las partes involucradas antes de las nupcias.
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Ante la situación, y en vista de que ella y sus hijos se quedaron sin nada, la hermana de la cirujana pidió ante la corte “rectificar” el testamento de Kalodiki y repartir su fortuna acorde a su última voluntad. El caso llegó al Tribunal Superior y el patrimonio de la mujer se encuentra en el centro de discusión.
Ambas partes deberán presentar sus argumentos para determinar quién tiene la razón y definir el manejo que se le dará a la fortuna de la doctora Kalodiki. El juicio de disputa se encuentra pendiente y será realizado en una fecha posterior.