Una coleccionista que visitaba una feria de arte contemporáneo en Estados Unidos hizo caer accidentalmente una pequeña pero costosa escultura de porcelana del renombrado artista Jeff Koons, haciéndola trizas.
La brillante escultura de color azul, que hacía parte de la famosa serie "balloon dog", estaba valorada en 42.000 dólares.
El accidente ocurrió el jueves en la noche durante un recorrido exclusivo de la feria Art Wynwood en Miami, haciendo pensar a algunos coleccionistas que se trataba de alguna actuación.
"Vi a la mujer que estaba ahí, y ella estaba tocando (la escultura), y entonces la cosa se cayó y se hizo mil pedazos", relató a Fox News el artista Stephen Gamson.
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Otro visitante tomó un video mientras los empleados de la muestra barrían los fragmentos de vidrio.
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"No puedo creer que alguien pudiera hacerlo caer", se escucha en la voz del video.
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Benedicte Caluch, un asesor artístico de Bel-Air Fine Art, que patrocinó la pieza de Koons, dijo al Miami Herald que la mujer no tenía intención de romper la pieza y que la aseguradora cubriría el daño.
Koons, que no estaba presente, es un escultor y pintor estadounidense que toma su inspiración de objetos de la vida diaria, incluidos animales hechos con globos.
Subasta de escultura invisible
En otros hechos, en mayo de 2021, el artista italiano Salvatore Garau subastó una escultura 'invisible' por 18.300 dólares -más de 67 millones de pesos- en lo que él describió como una "obra inmaterial".
Fue titulada como ‘Yo soy’ y los requisitos impuestos por su creador son sorprendentes, ya que debe colocarse en una habitación especial, libre de cualquier obstáculo y con dimensiones de 1,5 x 1,5 metros.
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Para los que piensan que el artista estafó a su comprador, él dio una respuesta contundente porque él considera que no “vendió un nada, vendió un vacío”.
“El vacío no es más que un espacio lleno de energía y aunque lo vaciemos y no quede nada, según el principio de incertidumbre de Heisenberg, esa nada tiene un peso. Por tanto, tiene energía que se condensa y se transforma en partículas, es decir, en nosotros”, explicó Salvatore Garau.
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Esta no es la primera obra de arte que causa polémica por su ‘simpleza’, ya que en 2019 un banano pegado a la pared con cinta fue valorado por 120 mil dólares -casi 445 millones de pesos-.