Mientras caminaba por un sendero de montaña en Utah, Estados Unidos, Krissy conoció a Shiller Joseph, un hombre de 46 años que, junto a su esposa, también se encontraba en la misma ruta. Aunque su encuentro fue casual, las palabras que intercambiaron ese día tendrían un profundo impacto en ambos, con el conmovedor desenlace de un trasplante de riñón.

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Shiller, originario de Florida, compartió con Krissy que se había mudado a Utah en busca de una oportunidad para recibir un trasplante de riñón. Con un diagnóstico de lupus desde los 20 años, la enfermedad había deteriorado gravemente sus riñones, lo que lo llevó a depender de la diálisis desde 2021. Su esperanza era que, al mudarse a Utah, su tiempo de espera para el trasplante se redujera, ya que en Florida podría tardar entre seis y ocho años debido a la alta demanda.

Por su parte, Krissy Miller es una trabajadora social madre de cuatro hijas que un día solo decidió salir a caminar. Lo que no imaginaba era que ese día cambiaría la vida de un hombre al que acababa de conocer.

Tenía el deseo en su corazón de donar su riñón

Krissy, conmovida por su historia, sintió que el encuentro no era casualidad. Apenas unos meses antes, había sentido el deseo de donar un riñón a alguien que lo necesitara. Aunque inicialmente había sido rechazada por un problema de salud relacionado con sus niveles de azúcar, así que tomó la decisión de cuidar su cuerpo para estar en condiciones de donar. Para sorpresa de ambos, cuando compartieron detalles sobre su tipo de sangre, descubrieron que eran compatibles.

“En ese momento sentí que era una respuesta a mis oraciones”, recordó Krissy. Ella había rezado ese mismo día antes de salir a caminar, pidiendo una señal que le indicara si debía seguir adelante con su intención de donar un riñón o si debía abandonarla.

La posibilidad de que dos desconocidos, caminando por una montaña, resultaran compatibles para un trasplante de riñón es extremadamente baja, algo que el Dr. Donald Morris, director de trasplantes de riñón en el Intermountain Medical Center, describió a People que era “una en un millón, o más”. Aun así, la conexión estaba allí, y los dos no lo tomaron a la ligera.

La cirugía fue todo un éxito

En abril de 2024, la cirugía tuvo lugar, y ambos se sometieron al procedimiento con éxito. Krissy, quien ahora se siente mejor física y espiritualmente, pasó el verano practicando deportes al aire libre y disfrutando de actividades con su familia. Shiller, por su parte, experimentó una mejora notable en su salud, sintiéndose mejor que en muchos años.

Lo que comenzó como un simple intercambio de palabras en una caminata, terminó uniéndolos para siempre. Hoy las dos familias son más que amigas: son parte de la vida del otro, y Shiller considera a Krissy como una hermana y un ángel en su vida.

Esta experiencia ha motivado tanto a Krissy como a Shiller a compartir su historia con la esperanza de inspirar a otros a convertirse en donantes de órganos. “Es increíble.

Esta es una cirugía grande, pero se puede superar y, al final sigues con tu vida”, dijo Krissy, animando a quienes dudan en dar este paso tan generoso.

La vida de Shiller ha dado un giro inesperado gracias al generoso corazón de Krissy, quien simplemente decidió seguir un impulso y terminó siendo lo que los médicos llamaron un verdadero milagro moderno.

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