Elissa es una mujer escocesa de 30 años que asegura ser alérgica a los rayos del sol y al agua. Contó que se dio cuenta de sus padecimientos en una ocasión que pasó un día entero en el campo, situación que le produjo sarpullido en los brazos y manos.
Al principio pensó que trataba de un calor extremo, pero cuando fue de vacaciones a Grecia esas erupciones se empezaron a extender por todo el cuerpo.
"Mis manos y pies estaban tan hinchados que apenas podía caminar y el dolor era insoportable, como una quemadura de sol, pero 100 veces peor", contó la mujer a Mirror.
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Cuando regresó a su casa en elReino Unido visitó a un médico que le diagnosticó alergia a la luz solar. El síntoma principal es una erupción de luz polimórfica, que se manifiesta con erupciones, comezón y ardor, síntomas que aparecen horas y hasta días después de una exposición directa a los rayos ultravioletas.
Elissa relató que cuando la diagnosticaron fue difícil y que debió modificar varios hábitos diarios, además de usar protector solar 9 meses al año.
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"No había ningún tratamiento disponible, así que tuve que cubrirme por completo y usar factor de protección solar 50 de febrero a noviembre. Es todo un calvario, pero me acostumbré a vivir con eso, y afortunadamente, no fue tan malo en el invierno", recalcó.
Como si no fuera suficiente, en los últimos años también notó que su piel se llenaba de urticaria cada vez que entraba en contacto con el agua.
Pensó que se trataba de su gel de baño, incluso lo cambió, pero los síntomas persistían: “Al darme una ducha me salió en toda la parte superior del cuerpo sarpullido que me quemaba terriblemente y me picaba como un loco".
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Su médico de cabecera también le diagnosticó urticaria acuagénica, alergia al agua. Una rara afección que, además de no tener tratamiento, ataca con mayor frecuencia, a las mujeres.
"No importa la temperatura del agua, siempre sucede. Afortunadamente puedo beber agua ya que la condición no me afecta internamente. Me lavo lo más rápido posible y ya no puedo darme un baño relajante, lo cual es molesto porque tengo artritis reumatoide, para la que uso muletas y a veces una silla de ruedas", concluyó.