María Delia Ludueña confesó que mató “por celos” a su hijastra de 13 años en su casa ubicada en el norte de Buenos Aires, Argentina.
Ludeña fue quien llamó a las autoridades indicando que la menor no respiraba. Cuando los oficiales de Policía llegaron a la vivienda, encontraron a Morena Nazareth Lavín muerta en el piso.
Insólitamente, el padre de la menor, Pablo Ramón Lavín, y su pareja le dijeron a los uniformados que Morena se había suicidado luego de ingerir una gran cantidad de pastillas, pero una autopsia descartó esta versión.
El informe forense indicó que la menor tenía golpes, quemaduras, signo de desnutrición, una hemorragia externa y hasta desgarros en su zona íntima.
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La pareja fue citada por la Policía para volver a declarar el pasado viernes, 27 de mayo, y fue cuando la mujer confesó que había asesinado a Morena.
"La maté por celos", declaró la mujer ante las autoridades.
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De acuerdo con información del diario local Clarín, citando a una fuerte judicial, Ludueña le pegó en tantas ocasiones a la adolescente que terminó con una “hemorragia y politraumatismos”.
La mujer también le dijo a las autoridades que “se le fue la mano” durante la golpiza y que sus celos estaban motivados por un supuesto trato distinto de su pareja hacia la menor.
Entre tanto, el hombre dijo que es inocente por este hecho, ya que él no estaba en la vivienda en el momento del asesinato. Asimismo, reveló que su pareja habría introducido un palo en la zona íntima de la víctima.
Los adultos fueron detenidos y acusados por los delitos de homicidio calificado y “abuso sexual con acceso carnal realizado por dos personas contra una menor de 18 años”.
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