Una maestra de primaria, que sobrevivió a un brutal ataque con arma blanca por parte de su expareja asegura que tres fantasmas la ayudaron
a mantenerse con vida. Aunque muchos creen que fue una alucinación de su mente al estar moribunda, ella está convencida de que alguien en el más allá la estaba cuidando.
Eilish Poe, una joven de 25 años de Estados Unidos, es descrita por sus cercanos como una "Mary Poppins de la vida real", capaz de iluminar a todos con su buena energía, su pasión por el patinaje y su activismo.
Sin embargo, la vida de Poe daría un giro radical el 4 de noviembre de 2020, cuando su exnovio fue a su casa y la apuñaló repetidamente en diferentes lugares del cuerpo. Su atacante era Jonathan Crossley, quien comenzó a perseguirla después de un amorío de verano.
Según los testimonios obtenidos por el NY Post, en el momento que la joven de entonces 23 años no quiso escalar su relación y tomó distancia de Crossley, este seguía intentando acercarse incesantemente a ella.
"Él no se iba (...) Seguía dejando mensajes de voz muy intensos que decían: 'Te amo, no voy a dejarte ir'", comentó Poe, admitiendo que desde ese momento comenzó a sentir miedo.
La situación se volvió escalofriante cuando el 3 de noviembre de 2020, mientras Eilish se encontraba trabajando, el acosador ingresó a su residencia y armó un refugio en el cual se escondió por más de 24 horas hasta encontrar la oportunidad de atacar a la docente.
Las declaraciones obtenidas por CBS señalan que mientras Poe bajaba por las escaleras de su hogar fue agredida por la espalda por Crossley, quien le propinó 16 puñaladas en cuello, rostro y brazos.
Su atacante fue encontrado muerto en un acantilado al día siguiente del ataque. Las autoridades creen que fue un suicidio.
En su momento, la joven aseguró que su estrategia para dejar de ser atacada fue hacerse la muerta; sin embargo, ahora, casi tres años después del fatídico encuentro, confesó al pódcast Otherworld
que supuestamente tres fantasmas le ayudaron a no desfallecer.
Dijo que la primera persona a la que presenció fue a su abuela paterna Jeanie, a quien vio mientras estaba envuelta de sangre en el baño. Después tuvo un encuentro con Vicky, su mejor amiga de la escuela, quien meses antes del ataque se había quitado la vida.
La tercera persona dentro del camino fue Alyssa Burkett, una madre que murió en condiciones similares en su natal Texas, diciendo que ella "literalmente la levantó y la sentó erguida", lo cual le ayudó a tomar su teléfono para llamar a las autoridades.
Tiempo después, aún continúa en un arduo proceso de recuperación, con el cual ha tenido que someterse a terapias y 10 intervenciones quirúrgicas. Para poder costear estos gastos, sus cercanos crearon una colecta en GoFundMe
donde recogieron cerca de 67.000 dólares.
"Mucha gente ha dicho: 'Eso fue solo tu cerebro sobreviviendo, o un ángel', pero lo que te digo es que fue tan real como ver a una persona viva en la habitación, no fue fantasmal", comentó Poe, quien aseguró que desde ese momento ha tenido varios encuentros con personas en el más allá.
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