Este podría ser uno de los balances más sangrientos desde el lanzamiento en 2013 de una serie de ataques extremistas contra las fuerzas de seguridad.
Fuentes médicas y de seguridad confirmaron que este balance podría aumentar.
Al menos 35 policías egipcios murieron en una emboscada islamista en el desierto, al suroeste de El Cairo.
Fuentes médicas y de seguridad confirmaron que este balance podría aumentar.
Este ataque ocurre cuando el presidente Abdel Fattah al Sisi se disponía a asistir el sábado a las conmemoraciones de los 75 años de la batalla de El Alamein, que marcó una victoria decisiva para los aliados contra las fuerzas fascistas en la Segunda Guerra Mundial.
El jefe de Estado mantuvo su desplazamiento a esta ciudad del norte, pero anuló en cambio otros compromisos de la jornada, indicó la presidencia a la AFP.
El sábado, en el acceso a la zona donde tuvieron lugar los enfrentamientos la víspera, dos conductores de camión que se alejaban del lugar de la emboscada dijeron a la AFP que las fuerzas de seguridad estaban presentes de forma masiva y que "aviones sobrevolaban el área", situada a menos de 200 km de El Cairo.
El ministerio del Interior indicó que las fuerzas de seguridad, que buscan a militantes islamistas en la región, fueron atacadas el viernes por la noche en la carretera que lleva al oasis de Bahariya.
Este oasis era antes un conocido destino turístico.
Varios "terroristas" autores del ataque murieron en los enfrentamientos, indicó el ministerio, sin tampoco precisar su número.
Según una fuente cercana a la investigación, el convoy fue blanco de disparos de cohetes. Los atacantes también utilizaron artefactos explosivos.
El asalto no fue reivindicado. Una falsa reivindicación del grupo extremista Hasm, citada por varios medios, fue difundida en las redes sociales pero la cuenta del grupúsculo en Twitter, en la que habitualmente se difunden sus reivindicaciones, ha estado inactiva desde el 2 de octubre.
Desde que las Fuerzas Armadas destituyeron en 2013 al presidente Mohamed Mursi, proveniente del movimiento de los Hermanos Musulmanes, los grupos extremistas han multiplicado atentados contra los militares y la policía.
Las autoridades egipcias luchan especialmente contra la rama egipcia del grupo yihadista Estado Islámico (EI), autor de atentados en el norte de la península del Sinaí (este de Egipto).
Cientos de soldados y policías perecieron en esos ataques.
En sus reivindicaciones, los grupos jamás mencionan vínculo alguno con los Hermanos Musulmanes.
Un golpe a las Fuerzas Armadas
El viernes de la semana pasada, seis soldados egipcios perecieron a manos de "elementos terroristas" en un ataque perpetrado en el norte del Sinaí. El mismo día, la rama egipcia del grupo Estado Islámico --llamada "Provincia del Sinaí"-- había reivindicado la muerte de 14 soldados egipcios en un doble atentado suicida perpetrado la víspera en una base militar cerca de Al Arish.
En uno de los más sangrientos murieron por lo menos 21 soldados en un puesto militar de control de tráfico el 7 de julio.
Por su parte, Hasm reivindicó desde 2016 varios atentados contra la policía, oficiales y jueces, en El Cairo.
Bajo el impacto de una severa represión, los Hermanos Musulmanes, un movimiento poderoso que durante mucho tiempo fue la principal fuerza opositora en Egipto, estuvieron divididos en varias tendencias rivales, entre partidarios y adversarios de la acción violenta.
A diferencia de Irak o Siria, el EI en Egipto no ha sido capaz de apoderarse de centros urbanos.
El grupo ultrarradical también reivindicó varios atentados mortíferos contra iglesias coptas en diciembre de 2016 y abril de 2017.
En total más de un centenar de coptos murieron en tres ataques en El Cairo, Alejandría y Tanta (norte de Egipto).
El presidente Al Sisi prorrogó por tres meses, a partir del 12 de octubre y por segunda vez, el estado de emergencia, tras una serie de atentados contra iglesias coptas.
Updated: octubre 21, 2017 02:10 p. m.