En Blaenavon, Reino Unido, un joven murió mientras intentaba robar una pieza de un auto BMW. Stephens, de 25 años, utilizó un gato para sostener el vehículo y así extraer el convertidor catalítico.
Sin embargo, nada salió como lo planeaba, pues la herramienta colapsó y el auto BMW le cayó encima.
Russel Seldon, propietario del auto BMW, informó a las autoridades que observó desde su ventana a un sujeto debajo del coche, para la lo cual salió rápidamente e intentó llamarlo. No obstante, Stephens no respondió y fue en ese momento que decidió alertar al servicio de emergencias.
"Crucé la calle desde mi casa hasta mi auto, que estaba en el pequeño estacionamiento de enfrente. Vi unas piernas que sobresalían debajo del auto, con pantalones y tenis oscuros. Llamé y tiré de la pierna de la persona para ver si estaba bien, pero no hubo respuesta", comentó Seldon.
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Uno de los amigos del ladrón confesó a la policía que Stephens planeaba robar el convertidor catalítico del auto BMW por 700 dólares, con el fin de resolver unos problemas judiciales que tenía con su pareja, ya que esta no le permitía ver a sus hijos.
Su amigo, dice, le aconsejó que no hiciera "tonterías", pero a pesar de las advertencias Stephens siguió con su cometidopara luego terminar aplastado por el mismo carro.
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Cuando los bomberos llegaron al lugar de los hechos, levantaron el auto BMW y vieron el pecho del joven completamente prensado y su cuerpo estaba frío y rígido.
En los exámenes forenses los médicos encontraron que Stephens había ingerido alcohol y tramadol, aún así la causa de su muerte fue por asfixia producto del peso del vehículo.