El Kremlin reaccionó este lunes con dureza al anuncio de la quita a los depósitos bancarios en Chipre, que afectaría directamente a los capitales rusos, y amenazó a Nicosia con revisar la reestructuración de la deuda chipriota.
Tanto el presidente ruso, Vladímir Putin, como el primer ministro, Dmitri Medvédev, criticaron sin rodeos la medida, impuesta por el Eurogrupo a cambio de un rescate financiero y aceptada por Nicosia, que de ser aprobada el martes por el Parlamento perjudicará a empresas y bancos rusos que operan en la isla mediterránea.
"No andaremos con rodeos, esto (la quita) se asemeja a una simple confiscación de dinero ajeno", declaró el jefe del Ejecutivo ruso, según agencias locales, en un reunión del Consejo Supervisor del Vnesheconombank, la entidad bancaria estatal para el comercio exterior.
A su vez, Putin tachó de "injusta, poco profesional y peligrosa" la medida, anunciada como condición para un rescate al país de 10.000 millones de euros y que, de aprobarse en el Parlamento, obligará a los ahorradores, residentes o no, a pagar un impuesto extraordinario estimado, según últimas informaciones, en el 12,5 % sobre los depósitos de más de 100.000 euros y el 3 % sobre el resto.
La medida se agrava por el "corralito" parcial decretado por Europa, que tiene los bancos insulares cerrados y prohíbe toda transferencia bancaria para evitar la fuga de capitales, además de imponer la retención prácticamente inmediata de las cantidades correspondientes al impuesto extraordinario.
Financieros próximos a la negociación entre Bruselas y Nicosia han reconocido que la intención era cargar parte del polémico rescate sobre las grandes fortunas rusas que durante años han aprovechado la opacidad financiera del pequeño país mediterráneo para esconder su riqueza.
La decisión no ha gustado en Moscú, a pesar de que tampoco el Kremlin tiene en estima a las empresas y ciudadanos rusos que han llevado a Chipre su dinero, procedente a menudo de la economía sumergida e incluso de la actividad criminal.
La isla mediterránea ostenta de hecho el dudoso honor de ser el primer destino en la fuga de capitales desde Rusia, a tiempo que también lidera el capítulo de las inversiones extranjeras en este país, con más de 13.000 millones de dólares, según datos del Banco Central ruso.
No lo tendrá fácil el ministro de Finanzas chipriota, Michalis Sarris, cuando venga a Moscú el miércoles para pedir una prórroga de cinco años y una rebaja de los intereses sobre el crédito de 2.500 millones de euros que Rusia concedió a Chipre en 2011.
Su colega ruso, Antón Siluánov, advirtió que Rusia se replanteará la reestructuración de la deuda de Chipre ante la nueva situación que perjudica a los depositantes rusos, que de hecho acumulan unos 20.000 millones de dólares en cuentas de Chipre, más de una quinta parte de todos los depósitos en los bancos de la isla.
"La decisión del Eurogrupo de introducir un impuesto sobre los depósitos se adoptó sin consultar con Rusia, por eso estudiaremos de nuevo nuestra participación en la reestructuración del crédito concedido", dijo el titular de Finanzas ruso.
Siluánov subrayó que "la decisión de introducir un impuesto sobre los depósitos, es, bajo nuestro punto de vista, injusta, ya que los problemas de supervisión y regulación bancaria se les endosan a los depositantes".
Rusia puede dar un importante giro a las que eran hasta hace unos días sus propias condiciones para ayudar a las finanzas de Chipre: aún el viernes pasado Moscú pretendía obtener información sobre los ciudadanos y empresas rusas con cuentas en la isla para revelar la identidad de sus defraudadores fiscales.
Tras conocer los primeros detalles del rescate a Chipre, los bancos y empresas rusos vieron hacerse realidad algunos de los peores augurios adelantados días antes por la agencia de calificación de riesgos Moody's.
La entidad advertía que en caso de la congelación de los depósitos y su uso para repartir la carga financiera de un rescate, las empresas rusas sufrirían pérdidas y no podrían repatriar su dinero, algo que repercutiría de forma directa en su capacidad para afrontar sus compromisos de pago en Rusia.
Por si fuera poco, Moody's recordaba que bancos rusos han otorgado créditos por un monto de hasta 40.000 millones de dólares a sociedades opacas (offshore) de Chipre, una cifra que según erl diario "Financial Times" equivale al 5-6 por ciento de toda la cartera de créditos de la banca rusa.
Otros 12.000 millones de dólares se hallan en las cuentas de los filiales que tienen los bancos rusos en la isla.
La situación en Chipre
Los chipriotas este fin de semana masivamente a los cajeros automáticos para sacar dinero, indignados por la decisión tomada esta madrugada por el Eurogrupo de aplicar una quita a todos depósitos privados de este país mediterráneo.
En las largas colas formadas frente a todos los cajeros automáticos del país, la rabia era el sentimiento prevalente entre los habitantes locales, que intentaban retirar el máximo dinero posible de sus cuentas, aunque los sistemas permiten sólo extraer 1.000 euros diarios.
El nuevo Gobierno de Nicosia aceptó el paquete de medidas impuesto por los demás socios europeos, que entre otras imposiciones incluye un impuesto extraordinario del 9,9 % sobre los depósitos de más de 100.000 euros y uno del 6,75 % para los inferiores.
"Es la primera vez que esto se aplica no sólo en Europa sino en todo el mundo. ¿Por qué a nosotros? ¿Por qué la pobre gente tiene que pagar todo eso?" comentaba Yiannis, un joven abogado de Nicosia, tras lograr retirar sus 1.000 euros.
"He salvado 67 euros. Algo es", comentó amargado el joven alejándose.
En los bancos cooperativos locales, que suelen estar abiertos también los sábados, se formaron desde los primeros minutos de su apertura largas colas de clientes, que solicitaban retirar sus depósitos.
Poco después, las cooperativas cerraron sus puertas, tras una decisión anunciada por el director general del Banco Central de las Cooperativas, Erotocritos Jlorakiotis, quien en declaraciones a la radio explicó que los bancos cooperativos quedarán cerrados debido a que la decisión del Eurogrupo tenía que ser aplicada inmediatamente.
"Tuvimos que conformarnos con la decisión", explicó Jlorakiotis y añadió que "también nosotros necesitamos información detallada".
Hasta el martes, primer día en que volverán a abrir los bancos por ser el lunes festivo, se han bloqueado los sistemas de transferencias bancarias para evitar una fuga de capitales, un "corralito" parcial que ha enfurecido aún más a la ciudadanía.
Ahora, el presidente chipriota, el conservador Nikos Anastasiadis, que regresó hoy a Chipre, tendrá que explicar a su pueblo, en un discurso previsto para mañana, las razones que llevaron a su Ejecutivo a aceptar esta decisión.
Ya hoy, Anastasiadis adelantó que esa fue "la única solución que nos permitirá continuar nuestras vidas sin aventuras". "Es una decisión que nos conducirá al histórico y definitivo salvamento de nuestra economía", declaró.
La tarea de Anastasiadis de justificar también la "falta de solidaridad" de los socios europeos de Chipre no será fácil, según opina la gente en la calle de Nicosia.
"Se ha comprobado que las personas que Anastasiadis consideraba como amigos en Europa no lo eran, porque lo que salió del Eurogrupo ha sido sólo una conspiración para imponer un crudo chantaje", consideró Stylianos Orfanidis, un hombre de negocios.
"En la práctica, los alemanes Wolfgang Schäuble (ministro de Finanzas) y Jörg Assmunsen (presidente del Bundesbank) han castigado a los chipriotas con un paquete que es una venganza por algunos viejos pecados de Chipre, entre ellos la postura de Chipre hacia Rusia, el dinero del (antiguo presidente yugoslavo y serbio, Slobodan) Milosevic, etc.", agregó el hombre.
Por otra parte, la ira de los chipriotas se basa también en la solidaridad que Chipre mostró a Grecia, un apoyo que costó a su economía la perdida de unos 4.500 millones de euros.
"Chipre con la quita de la deuda griega perdió el 25 % de su PIB y ahora pierde otro 35 % de su PIB por la quita de los depósitos. Eso muestra otra vez que los que pagan son siempre los débiles", dijo a Efe Andreas, profesor de contabilidad.
Sin embargo, los perdedores de esta quita no serán sólo los chipriotas, sino los muchos extranjeros que tienen depósitos en la banca de este país.
Según datos de 2012 del Banco Central de Chipre, el 40 % de los 70.150 millones de euros en depósitos en la isla procedía del exterior y, de éstos, la inmensa mayoría era propiedad de ciudadanos o empresas extracomunitarios.
Esta noche, el nuevo presidente de Chipre tiene prevista una reunión extraordinaria ministerial, antes de convocar una sesión extraordinaria del Parlamento chipriota para votar el paquete de medidas.
Entre las medidas acordadas ayer se incluye también un aumento del impuesto de sociedades del 10 % al 12,5 %.
Según explicó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, la tasa especial sobre los depósitos permitirá aportar a las arcas estatales unos 5.800 millones de euros.
Updated: marzo 18, 2013 10:40 a. m.