Un juez federal de Estados Unidos bloqueó temporalmente la intención de derogar la medida que permite deportaciones exprés de migrantes en la frontera sur bajo el argumento de la pandemia del COVID-19.
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Augusto Martínez es un hondureño de 63 años que solicita asilo. Lleva seis meses en un albergue de Tijuana, junto con su esposa y cinco hijos. Quiere ingresar a Estados Unidos y, por eso, estaba esperanzado que el Título 42 fuera desactivado.
Siente que al Gobierno no le importan los inmigrantes y, por eso, en su inglés, envió un mensaje.
“Estamos sufriendo aquí, es increíble que nadie esté viendo esto. El sufrimiento de toda esta gente en la frontera nadie lo ve”, aseguró.
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Como él, son miles los que al otro lado de la frontera con Estados Unidos esperaban ansiosos el 23 de mayo, día en el que la administración de Joe Biden tenía previsto desactivar la medida que ha permitido la expulsión de cientos de miles de migrantes sin derecho a presentar solicitud de asilo.
Se trata del Título 42. Sin embargo, un juez federal de Luisiana le puso freno al levantamiento de la medida, por lo cual, de momento, tendrá que seguir vigente.
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“Si el presidente Biden levanta el Título 42, lo que vemos hoy será mucho peor. Un país sin una frontera segura no es un país”, aseguró Kevin McCarthy, congresista republicano.
La decisión judicial se dio el mismo día en el que congresistas republicanos viajaron a la frontera, desde donde calificaron la situación como una tragedia humanitaria y de tráfico humano.
“Esto ya no se trata de partidos. Se trata de personas. Todos, en esta crisis, se están viendo afectados”, dijo, por su parte, el también congresista republicano Tony Gonzales.
Un total de 21 estados del país habían demandado para que esa medida se mantuviera vigente. Según datos de la patrulla fronteriza, más de 221.000 migrantes que pretendían entrar a Estados Unidos fueron interceptados en la frontera con México durante el último mes y esa cifra se constituye en la más alta en 22 años.
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